WASHINGTON.– El presidente Donald Trump dijo este domingo que Estados Unidos no pagaría por la protección de seguridad para el príncipe británico Harry y su esposa, Meghan Markle, quienes, según informes de los medios, se establecieron en Los Ángeles.
Trump escribió en Twitter que “ahora que se han ido de Canadá a Estados Unidos; sin embargo, Estados Unidos no pagará por su protección de seguridad. ¡Ellos deben pagar!”. En enero, la pareja dijo que se alejarían de sus deberes reales.
No hay indicios de que el príncipe Harry o el gobierno británico hayan pedido al gobierno de los Estados Unidos que cubra los costos de seguridad, lo que según algunos informes de los medios asciende a millones al año. La embajada británica en Washington no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
El periódico británico Sun informó la semana pasada que la pareja tomó un vuelo privado a Los Ángeles, pero no dijo cuándo. A principios de este mes, Estados Unidos y Canadá acordaron cerrar su frontera a los viajes no esenciales en los cruces terrestres para aliviar la presión sobre los sistemas de salud causada por el coronavirus.
La pareja había estado viviendo durante varios meses con su hijo, Archie, en la isla de Vancouver en Canadá.
Meghan Markle se crió en el área de Los Ángeles y su madre, Doria, todavía vive allí. Walt Disney Co dijo la semana pasada que Meghan, la duquesa de Sussex, había narrado un documental sobre la naturaleza que se lanzará en su plataforma de transmisión Disney+ el viernes.
El mes pasado, Canadá dijo que ya no proporcionaría seguridad una vez que la pareja dejara de ser miembros activos de la familia real británica.
La Real Policía Montada del Canadá había estado ayudando a la Policía Metropolitana de Londres con seguridad para el Duque y la Duquesa de Sussex “intermitentemente” desde noviembre, cuando la pareja comenzó unas vacaciones de seis semanas en Canadá, informó Reuters en febrero.
La pareja sorprendió a la familia real a principios de enero con un anuncio de que abandonarían sus roles como miembros de la realeza, para obtener la libertad del intenso escrutinio de los medios que los ha seguido durante varios años.
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