Madrid.-Tras una vida de película Lucía Bosé nos ha abandonado.Este lunes nos ha dejado Lucía Bosé a los 89 años de edad a consecuencia del COVID19. Aunque su familia y seres queridos no podrán reunirse a consecuencia del confinamiento y las medias obligatorias para evitar la propagación del coronavirus, igual que sus fans nunca podrán olvidar su vida y obra.
La veterana actriz nació en Milán en 1931, conquistando a todo el país italiano con su belleza en 1947 al convertirse en Miss Italia. Un certamen que supuso su salto a la fama y su incursión en el mundo del cine, abandonando así la pastelería en la que había encontrado su primer trabajo.
En 1950 participó en su primer largometraje, Non c’è pace tra gli ulivi de Giuseppe de Santis. La primera de una larga lista del cine clásico de Italia, convirtiéndose así en un icono de la época. Fue además de las musas del director español, Luis Buñuel.
Pero su relación con nuestro país fue mucho más allá. En 1955 de casó con Luis Miguel Dominguín en Las Vegas, oficializando el matrimonio unos meses después en España. Tras su boda con el torero se retiró del cine y tuvo tres hijos, Miguel Bosé y Lucía y Paola Dominguín.
Pero en 1967 se separó de Luis Miguel y volvió al cine para trabajar con grandes directores de la época tanto españoles como italianos. A partir de los años 80 fue distanciándose cada vez más de la gran pantalla y paso de ser la estrella a convertirse en la madre de… Miguel Bosé.
Su hijo se convirtió en una de las grandes estrellas de la música de nuestro país y en un auténtico referente internacional, aunque la relación de ambos siempre ha sido de lo más cuestionada por su singularidad.
Lucía siempre se ha definido como una madre diferente y son muchas las ocasiones en las que ha aireado la relación con sus hijos en los platós de televisión, aunque siempre ha defendido a su hijo cuando ha tenido oportunidad y en los últimos años y tras convertirse en abuela por parte de Miguel parecían estar más unidos que nunca. La última visita de la actriz a un plató de televisión fue tras la muerte de su nieta, Bimba Bosé.
En sus últimos años de vida Lucía Bosé se instaló en Brieva, donde cumplió uno de sus sueños al abrir un museo dedicado a representación de ángeles. También en sus últimos años de vida protagonizó una polémica al enfrentarse a una denuncia por vender una obra de Picasso que el malagueño regaló a su asistenta doméstica. El malagueño fue uno de sus grandes amigos, así como la Duquesa De Alba o grandes nombres de la jet set internacional.
Tras una vida de película Lucía Bosé nos ha abandonado, pero su obra, sentido del humor y pelo azul formarán para siempre parte de la historia.