Mundo.- Los precios del petróleo seguían cayendo este miércoles, tocando sus niveles más bajos en casi 20 años, a causa de un exceso de oferta y una demanda mundial lastrada por la pandemia del coronavirus.
El WTI y el Brent perdieron más del 60% de su valor desde el último pico, alcanzado a mediados de enero, tras la escalada de tensiones entre Estados Unidos e Irán luego del ataque con un dron, en Bagdad, contra el general iraní Qasem Soleimani.
Hacia las 17H10 GMT, la cotización de referencia estadunidense y europea se situaba en 22.14 dólares y 25.62 dólares, acusando unas caídas respectivas de 17.85% y 10.82% desde la víspera al cierre.
El WTI, cuyo barril llegó a caer hasta los 21,73 dólares durante la sesión del miércoles, se hundió a su nivel más bajo desde marzo de 2002, entre los atentados del 11 de septiembre de 2001 y la intervención de Estados Unidos en Irak, que empezó en marzo de 2003.
El Brent, que bajaba hasta los 25,23 dólares, rozaba niveles de septiembre de 2003.
Falta de acuerdo
El movimiento de pánico en los mercados del oro negro empezó el viernes 6 de marzo, último día de la cumbre interministerial de los Estados de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados en Viena.
El fracaso de las negociaciones entre el jefe de filas del cartel, Arabia Saudita, y el aliado más importante de la organización, Rusia, llevó a Riad a inundar el mercado para presionar a sus competidores.
Esta decisión provocó una caída de precios, el lunes 9 de marzo, inédita desde la guerra del Golfo de 1991.
Además, coincidió con una demanda mundial lastrada por la pandemia del nuevo coronavirus, que causó más de 8 mil muertos en todo el mundo y paralizó la economía global.
¿Hasta dónde?
Según el analista Bjarne Schieldrop, de SEB, a falta de acuerdo entre Riad y Moscú, los precios del barril caerán hasta los 20 dólares, o “incluso menos” si la diferencia entre la oferta y la demanda alcanza los 10 millones de barriles diarios en el segundo trimestre, explicó.
“En ese caso, la caída sería solo temporal, puesto que, a ese nivel, solo algunos productores, como los sauditas, podrían sobrevivir, lo que haría que los precios subieran automáticamente”, indicó por su parte Ipek Ozkardeskaya, de Swissquote Bank.
La maniobra, sin embargo, no parece desanimar a Estados Unidos, cuya producción alcanzó la semana pasada su nivel récord de 13.1 millones de barriles diarios, según la Agencia estadounidense de Información sobre la Energía.
Excélsior