Héctor Moctezuma de León.
En una de las conferencias de prensa manañeras de esta semana, el presidente Andrés Manuel López Obrador habló sobre la revocación del mandato aprobada recientemente por la Cámara de Diputados. López Obrador anunció que podría realizarse en marzo del 2022 y no un mes antes de cumplir los tres años como lo marca la ley aprobada por los diputados.
Hay elementos que permiten pensar que esta nueva figura democrática elevada a rango constitucional, puede ser una nueva simulación, como tantas que ha habido en la incipiente democracia mexicana, como algunos la llaman.
Vamos por partes. El Instituto Nacional Electoral tendrá parte importante del proceso que llevaría a confirmar al presidente en su cargo, o destituirlo en caso de que la población, decida revocarle el mandato. El INE está en un proceso de renovación de sus integrantes, cuatro consejeros serán electos este año para integrar el consejo general y desde ahora no se descarta que los nuevos serán personajes muy cercanos al gobierno de la 4ª Transformación, tal como ha sucedido en otros organismo autónomos, incluyendo a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, uno de los tres poderes del estado mexicano.
Para que el INE convoque a los ciudadanos a votar por sí se queda o se va, es necesario que lo solicite el 3 por ciento de los ciudadanos inscritos en el padrón electoral, unos 2.7 millones que además tendrán que ser de 17 estados de la federación. La solicitud deberá realizarse 15 días antes de que se cumplan los tres años de gobierno, en este asunto, los primeros quince días de diciembre del 2021. En caso de que la solicitud proceda se emitirá la convocatoria 20 días después de que se cumpla el plazo y el Instituto convocará a la votación.
En caso de que la población decida renovar el mandato a López Obrador, el INE convocará a nuevas elecciones para elegir a la personas que concluirá el mandato. ¿Aceptará los resultados? ¿Qué mecanismo tiene el árbitro electoral para hacer que se cumpla el mandato de la ciudadanía? La verdad se ve muy difícil sobre todo por tratarse de un personaje que siente que no merece eso y con un INE controlado desde Palacio Nacional, insisto, eso puede ser una vil simulación. Ese tipo de votaciones se prestan a la manipulación.
Por lo pronto si en estos momentos se llevara a cabo la votación para la revocación o no del mandato del “Peje”, es casi seguro que la pierde, los pésimos resultados de su administración en estos primeros 14 meses de su sexenio, no lo respaldan.
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Mezquino quererse montar en el Coronavirus para sacar raja política como lo hace el senador neolonés Samuel García, quien en su ambición por llegar a la gubernatura del estado de Nuevo León, habla de muertos por contagio, sin presentar ninguna prueba sobre sus afirmaciones… Ya se supo por qué los ataques a la titular de la Conade, Ana Gabriela Guevara, se trata ni más ni menos que está en juego la disputa por la candidatura de Morena, a la que aspira Alfonso “Ponchado” Durazo quien teme que la velocista le gane la carrera como la ganó, a sus rivales, muchas veces en las pistas.