Miryam Gomezcésar.
En Quintana Roo hay temas trascendentes que se dejan el archivo de los asuntos sin importancia desempolvados sólo cuando son políticamente rentables. Esto pasó con el proceso jurídico sobre la delimitación territorial de Punto Put, una lucha histórica peninsular (Quintana Roo, Campeche y Yucatán), que permanece en espera de la sentencia definitiva que emitirá algún día la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Sobre este asunto no existe duda sobre la legitimidad de su pertenencia territorial a Quintana Roo, son poco más de cien hectáreas (20 kilómetros de ancho y 120 de largo) que albergan un poblado con alrededor de sesenta mil habitantes, terreno que están en una disputa jurídica que levanta ámpula casi siempre en el umbral de los tiempos electorales.
Se trata de un patrimonio quintanarroense si nos atenemos al mandato constitucional original publicado a inicios del siglo pasado durante el gobierno porfirista.
El decreto que reforma el artículo 43 de la Constitución Federal de 1857 el 24 de noviembre del 1902, dice textual “El territorio de Quintana Roo se formará de la porción oriental de la Península de Yucatán, la cual quedará limitada por una línea divisoria que, partiendo de la Costa Norte del Golfo de México, siga el arco del meridiano 87°32’ (87 grados treinta y dos minutos longitud Oeste de Greenwich), hasta su intersección con el paralelo 21 (21 grados), y de ahí continúe a encontrar el paralelo que pasa por la torre Sur de Chemax, 20 kilómetros al Oriente de este punto; y llegando después al vértice del ángulo formado por las líneas que dividen los Estados de Yucatán y Campeche, cerca de Put, descienda al Sur hasta el paralelo límite de las Repúblicas de México y de Guatemala”.
La iniciativa con proyecto de decreto por el que se reformó el párrafo segundo y tercero del inciso c) del artículo 32 de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Quintana Roo, fue turnada a comisiones el 1° de octubre del 2019 por los Diputados Tyara Scheleske de Ariño, Erick Gustavo Miranda García, Presidente de la Comisión de Defensa de los límites de Quintana Roo y Asuntos Fronterizos y el líder de la fracción Verde Ecologista, José de la Peña Ruiz de Chávez.
Los diputados de la XVI Legislatura en febrero del 2019 aprobaron el decreto 303, que inscribe en los términos de la modificación a la Constitución de Quintana Roo la nueva delimitación territorial hacia el Poniente de la Península donde se ubican Yucatán y Campeche.
Este último, tras la creación del municipio de Calakmul en 1997, presentada por su gobernador Jorge Salomón Azar García cuenta con una extensión de dieciséis mil 800 kilómetros cuadrados, su constitución trajo consigo muchos problemas al pretender abarcar cuatro mil 800 kilómetros cuadrados de un total de cincuenta mil 843 pertenecientes al municipio de Othón P. Blanco.
De esta forma, el hecho de que la Segunda Sala de la SCJN aceptara el Recurso de Reclamación 165/2019 promovido por Quintana Roo, calificado por unanimidad de “infundado e inoperante” por los ministros, confirmó la Controversia Constitucional 226/2019 interpuesta por Yucatán sobre los límites jurisdiccionales.
Al respecto, hace unos días el legislador Jorge Carlos Ramírez Marín, desde el Senado, alegó que las modificaciones hechas por el Congreso de Quintana Roo que aparecen en el Recurso de Reclamación, afectan a ocho municipios que son: Peto, Tixcacalcupul, Tzucacab, Chikindzonot, Chichimilá, Tekax, Chemax y Valladolid, mismos a los que se despoja de cuatro mil 800 kilómetros cuadrados de terreno, origen de la Controversia Constitucional de Yucatán ante la Corte, firmada por los titulares de los tres poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial del Gobierno del Estado de Yucatán, solicitando la nulidad del decreto.
El Consejero Jurídico del Gobierno de Yucatán, Lic. Mauricio Tappan Silveira, en entrevista con el reportero del Diario de Yucatán, Ángel Noh Estrada, aclaró que “la Constitución Federal no faculta a los estados a modificar unilateralmente sus límites; marca dos formas para hacerlo: un convenio entre dos Estados que debe ratificar posteriormente el Senado o una decisión de la Suprema Corte de Justicia, basada en una Controversia.
“En este caso no ocurrió nada de eso. Quintana Roo modificó sus límites de manera unilateral, vulnerando el pacto federal al pretender que una ley estatal tenga aplicación en territorio de otro estado libre y soberano”, explicó el abogado.
En este sentido, el ex gobernador de Quintana Roo, Lic. Joaquín Hendricks Díaz, conocedor de la historia, argumenta que este laudo todavía no ha concluido “la determinación de la Segunda Sala de la SCJN sobre los límites de Punto Put no cambia en absoluto las cosas. Hay una Controversia Constitucional ante la Corte que no se ha resuelto. El día que la Corte lo haga será a favor de Quintana Roo”.
El tema enardece y caldea los ánimos aunque queda claro que será la SCJN quien determine la sentencia final sobre los límites, un caso aún en proceso de un larguísimo litigio, sin embargo, este asunto jurídico ha logrado su objetivo. En las últimas semanas las figuras políticas más representativas y prominentes de los tres Estados involucrados han hablado del tema abonando a la tensión política que genera un problema delicado e importante que se dejó empolvar desde el inicio.
Hay opiniones que sorprenden, como lo hizo el ex gobernador de Campeche y ahora presidente del CEN del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Alejandro Moreno Cárdenas, conocido como “Alito”, cuyo mensaje fue considerado fuera de lugar y motivo de ácidas críticas en los otros partidos y el propio.
En apoyo a lo expresado por el gobernador interino Carlos Miguel Aysa González, quien de plano casi se envuelve en la bandera de su Estado al asegurar que daría “hasta la vida por defender al territorio campechano de quienes quieran robarlo”, en un mensaje virtual, Moreno Cárdenas escribió en su cuenta Twitter “como campechano y ex gobernador expreso mi respaldo absoluto a mi amigo y gobernador de Campeche @AysaGonzalez en su lucha por la defensa del territorio estatal”, mensaje que hizo arquear la cejas a más de uno.
Aysa González habría hecho una apasionada defensa de los límites territoriales de Punto PUT “¡No permitiré a los quintanarroenses modificar el Punto de Unión Territorial (PUT) pues históricamente Campeche ha cuidado, preservado y atendido la zona en disputa, a tal grado que daría hasta la vida para que no ocurra modificación alguna”, y sentenció que tanto él como los alcaldes de la zona en conflicto están dispuestos a todo. Moreno Cárdenas levantó la mano.
El último en opinar sobre la Controversia Constitucional que los ministros de la segunda Sala concedieron a Yucatán en el litigio de Punto Put, fue Carlos Joaquín González “No hay sentencia definitiva. Eso es un proceso jurídico. Esto no es un tema de fondo, es un tema de orden jurídico. Estaremos muy atentos”.
Así las cosas en la política peninsular donde, como indica la Ley de Murphy “Si algo puede salir mal, saldrá peor”. Esto viene a colación por las delicadas circunstancias que atraviesa el Estado, cuando el gobernador de Quintana Roo intenta rescatar su imagen para frenar el desgaste ocasionado por el reclamo constante por los problemas desatendidos, la lentitud y el sentido de sus decisiones que lo tienen postrado en el descrédito.
Esto puede apreciarse en el resultado de los estudios sobre el desempeño de los gobernadores en el 2019 de encuestadoras que coinciden como Mitofsky y Arias Consultores que ubican a Carlos Joaquín con una aceptación de apenas el 21.4 por ciento.
La turbulencia que enfrenta el mandatario no es cualquier cosa, con un partido impopular como el PAN, el rechazo de varios grupos que quedan en el PRD, las condiciones impuestas por la amenaza del Covid-19 a la industria turística, a la salud pública (ya se registró el primer caso de coronavirus comprobado. Se trata de una turista italiana procedente de Madrid a quien mantienen aislada), el nivel de inseguridad que persiste y ahora esto, es como para hacer un alto, hacer un análisis a conciencia y los cambios urgentes que requiere en su equipo para salir mejor librado. El lobo son las elecciones.