México .— Si para algunos sociólogos la vida cotidiana no es más que una prolongada escenificación teatral, ¿por qué no crear, entonces, un gran escenario dentro del propio teatro? Así lo propone el director español Carlos Saura en su versión de El gran teatro del mundo.
Estrenada en 2011 en España, esta puesta en escena es una interpretación muy libre y muy contemporánea de la obra que Pedro Calderón de la Barca (1600-1681) escribiera en el siglo XVII y estrenara en 1641 a modo de auto sacramental.
La estructura de la pieza calderoniana le sirve a Saura, también reconocido cineasta español, para adaptarla a un ameno espectáculo teatral en el que los actores son parte de un ensayo en el que, mientras cuestionan lo vetusto del texto original, rinden un homenaje a la belleza de su versificación. Es una comedia con varios guiños cinematográficos de fondo.
Al arrancar la obra, uno de los actores advierte que lo que se verá “es una de las cosas que hay más de ver en el mundo”, pero que será poca respetuosa del libreto original. Sin embargo, los personajes arriba del escenario no dejan de ser “más humanos que los humanos, pues representan a todos”: a la mujer hermosa, al miserable, al labrador, al rico, a la mujer discreta, al rey, a los no nacidos, a la presencia del soberano autor y, claro, al mundo.
Luego de su estreno en México en Guadalajara, este montaje producido en nuestro país por la Universidad de Guadalajara e Imagina Producciones, llega por primera vez a la Ciudad de México para ofrecer cinco funciones en el Teatro Helénico. Se presentará los lunes y martes, a las 20:30 horas, del 10 al 24 de marzo.
Las actuaciones están a cargo de Carlos Aragón, Jesús Hernández, Alejandro Calva, Emma Dib, Denisse Corona, Eduardo Villalpando, Said Sandoval, María Balam, Marco Antonio Orozco, Agni González, Carolina Ramos y Erandi Rojas.
