México.- En entrevista con La Jornada, tres representantes del purpurado, involucrados directamente en este proceso financiero, afirman que para establecer el monto de las aportaciones no hacía falta hacer una investigación de campo porque la representación eclesiástica posee una base de datos (financieros) al día. Pero se negaron a revelar a cuánto ascienden los ingresos y erogaciones mensuales de esta asociación religiosa, bajo el argumento de yo le miento si le digo entra tanto y se gasta tanto o no podemos decir un dato exacto.
Asimismo, no descartaron la posibilidad de extender la imposición de aportaciones a las diócesis de Iztapalapa, Xochimilco y Azcapotzalco, que también está bajo la tutela del cardenal Aguiar Retes.
Los entrevistados fueron: Salvador González Morales, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de México, encargado de moderar la curia y participante en los cabildos de la Catedral Metropolitana y vicarías encargadas de las actividades pastorales y de la relación con personas laicas; Luis Alejandro Monroy López, vicecómono de la curia quien acompaña a los hermanos sacerdotes para todo lo que es el tema de economía, que no sólo es un trato de fiscalización, y Arturo Briseño, laico integrante del equipo de economía y quien declaró estar al tanto de toda la cuestión de los ingresos de la Arquidiócesis.
El encuentro con La Jornada ocurrió luego de que diversos sacerdotes dieron a conocer en exclusiva las consecuencias de la entrada en vigor, el pasado primero de enero, del decreto sobre la reordenación económica.
Los representantes de la Arquidiócesis señalaron que ésta se encuentra en una condición económica siempre retadora, desafiante.
El vicecónomo Monroy López dijo: “la Iglesia no tiene una entrada fija (…) Actualmente tenemos un comportamiento donde la asistencia de la gente a los templos no es como se daba antes (…) Y ha venido a menos en México”.
Indicó que la reordenación económica de la diócesis se debe a que hay muchos templos que enfrentan serias dificultades y las aportaciones servirán para apoyar a las parroquias en problemas, para garantizar servicio médico a los párrocos y otorgar recursos para la manutención de los sacerdotes que ya no ejercen su ministerio.
Los entrevistados dieron a conocer que la Arquidiócesis tiene control sobre 430 templos y, al menos 50 –que están en el Centro de la Ciudad de México–, enfrentan dificultades serias a consecuencia de los sismos de 2017.
Respecto de la entrega de información financiera de los párrocos y sus templos, el vicecónomo señaló: responsablemente 38 por ciento respondimos cuáles son nuestros gastos. Aún seguimos esperando que los demás contesten.
Sostuvo que el apoyo que se dará con los recursos que se obtengan con las aportaciones establecidas principalmente será hacia los sacerdotes ancianos. La Arquidiócesis tiene en justicia que dar una pensión a los que se van jubilando. Además del tema médico. Evidentemente esto hace que la mayoría salga ganando.
Sobre la existencia de un fondo de pensiones, que según los sacerdotes no sabían que tenían, el obispo auxiliar González Morales señaló: realmente no es un fondo. Los clérigos jóvenes aportábamos y con esto se pagaba a los mayores, lo que se conoce como Fosopam. Una vez que se conforman las nuevas diócesis éste se repartió en partes iguales.
Los entrevistados manifestaron desconocer el monto que se entregó a cada diócesis, pero informaron que en la capital del país se tienen 130 curas jubilados y a quienes se entregarán 13 mil pesos cada 30 días para su manutención, por lo que representa un gasto mensual de un millón 500 mil pesos.
Con relación al seguro médico, el vicecónomo afirmó que ahora sí los párrocos contarán con un seguro de gastos médicos, aunque aclaró que ese beneficio operará luegode que cada cura cubra los gastos iniciales, hasta por 55 mil pesos.
Los representantes del cardenal Aguiar Retes también negaron que se obligara a los clérigos a entegar toda su información bancaria y fiscal. Se verificó, dijo Monroy. Sin embargo, prebísteros entregaron misivas haciéndolos responsables del mal manejo que se pueda hacer de los datos personales.
Durante la entrevista, también reconocieron que advirtieron a los sacerdotes sobre temas de lavado de dinero, con el fin de que tengan cuidado con las aportaciones que reciben mayores de 130 mil pesos para operaciones de sus parroquias. Arturo Briseño señaló: En la legislación actual hay ciertas personas, morales y físicas, que están obligadas a presentar sus declaraciones cuando reciben un umbral de cantidad en efectivo o donaciones de cualquier tipo.
Respecto a presuntas sanciones para quienes no cumplan con las aportaciones mensuales, Javier Rodríguez, director de comunicación, aseguró que no existen, pero en los casos que proceda por omisión a la entrega de los recursos durante tres meses, si fuera necesario se escuchará al interesado y la autoridad correspondiente realizará una amonestación canónica de acuerdo con el canon 1339.
La Jornada / Gustavo Castillo y Jessica Xantomila