Raúl Flores Martínez.
¿De quién es la mano que mueve la cuna dentro de los cierres de escuelas de la UNAM?
Quizá las cotidianas tomas de las escuelas de nivel medio y superior de la UNAM, no han obligado a dejar de cuestionar quiénes están detrás de esos grupos que lo mismo agreden periodistas, destruyen inmobiliario urbano y de la propia institución educativa.
Grupos que han sido plenamente identificados por las autoridades de la Ciudad de México y gobierno Federal; si embargo, no actúan contra sus integrantes basados en el respeto a la mal planteada autonomía.
Informes de las Fiscalías de la CDMX y General de la República (FGR), señalan que los grupos de choque, adiestrados con el “Manual de Guerra de Guerrillas”, son: Biblioteca Social Reconstruir, Colectivo Anarquista (Escuela Nacional de Antropología e Historia), Centro Cultural Ocupado El Engrane, Okupache, Cooperativa Café Victoria, Comparsa Chanti Ollin, Colectivo Reta, así como el Colectivo Coordinador Estudiantil Anarquista.
Grupos que son subsidiados por un ente político o de gobierno para ser utilizados como un distractor, cuando la agenda nacional corre peligro de incluir temas que pongan en riesgo la credibilidad y promesas del gobernante en turno.
Estos grupos han sido utilizados por distintos gobiernos para que se cambie el discurso, para que se hable de hechos de violencia, no de protesta. La mayoría de estos grupos son carne de cañón fáciles de convencer con la prostituida banderita de la rebeldía urbana.
Grupos que ayer trataron de tomar las instalaciones del Instituto Politécnico Nacional, que al final se pudo contener. Grupos en su mayoría mujeres que fueron detenidas por las autoridades que las dejaron libres tras los hechos de violencia.
Es decir, tienen carta abierta para dañar, delinquir con la complicidad de las autoridades que aplican las lagunas legales para darles la libertad, sin exhibir que les ayudan un poco a evitar ser detenidos o procesados.
