Miryam Gomezcésar.
El miércoles de ceniza, cuando el catolicismo quintanarroense acudió puntual a su ritual religioso, el coronavirus avanzaba. La remota idea de lo que podría causar la dispersión del coronavirus a la salud de todos lo hizo reflexionar. Como a la mayoría de los habitantes del estado, una angustiante incertidumbre se apoderó de él al recordar los estragos de la influenza H1N1, una epidemia de tristes consecuencias en la salud y la economía, ocurrida en 2009, intensificó su preocupación.
Tras confirmarse la existencia de tres casos de contagio en el país, las autoridades de Salud pidieron a los ciudadanos evitar mezclar este asunto con la política por ser un tema que, por su naturaleza sensible, debe tratarse con seriedad y prudencia, es delicado, sin embargo, las especulaciones y la imprudencia se precipitaron de inmediato.
Mucha gente suele actuar al revés de las sugerencias oficiales. Las tiendas de autoservicio, farmacias, tiendas de conveniencia y cualquier comercio fueron avasalladas por ciudadanos que optaron por hacer compras de pánico. En breve tiempo lograron acabar con la existencia de mercancías sanitarias como los cubrebocas (pese a que los Servicios Estatales de Salud explicaron que los cubrebocas comerciales no protegen lo suficiente contra el Covid-19, toda vez que las mascarillas tienen un tiempo de vida de 3 a 4 horas) y gel antibacterial.
A su vez, Alicia Ricalde M., directora general de la Administración Portuaria Integral de Quintana Roo, dijo que instalarán lavamanos, gel antibactrial envasado y mantas con leyenda de las medidas de prevención, serán colocadas en cada una de las terminales marítimas que opera la paraestatal.
Al que le toca aunque se quite y a quien no, aunque se ponga, dicen por ahí. En esto del contagio que parece algo más asociado a las circunstancias que al azar, cuando el crucero MSC Maraviglia, fue rechazado en Georgetown, en Islas Caimán y Ocho Ríos en Puerto Rico, al llegar a Cozumel, el navío cargado, cargado, cargado de ilusiones pasajeras logró atracar en la isla en cuyo muelle un día antes hubo una manifestación de rechazo. Tras un rápido estudio al turista que presentaba síntomas de gripa que pensaron podría tratarse de un caso de contagio, los visitantes lograron baja y conocer una parte de la isla de las golondrinas.
En una conferencia de prensa realizada en Cozumel, la suerte parecía favorecer al alcalde Pedro Joaquín Delbouise, quien, acompañado de las titulares de Turismo, Marisol Venegas y de Salud, la MSP, Alejandra Aguirre Crespo, tal vez por comprender la seriedad del asunto o por diplomacia, optó por la prudencia de decir poco dejando la oportunidad a las funcionarias estatales.
Con expresión de agobio la titular de Turismo, explicó “No tenemos afectación. En realidad tenemos muchísimas solicitudes de información, de confirmación. Tenemos un área en Estados Unidos, Canadá y Reino Unido dedicada a la contención y manejo de la crisis a través de una compañía que se llama MCL, y ellos están dedicados a enviar información correcta y confirmarle a nuestros intermediarios lo que está sucediendo y, lo que está sucediendo es que estamos siguiendo los protocolos, estamos cumpliendo los reglamentos y nos estamos viendo como destinos muy certeros, muy seguros, destinos responsables, con un profundo espíritu”.
Cuando hablamos de seriedad, nos referimos al impacto que causa en la gente el nivel de las medidas que en todo el mundo están tomando los gobiernos, como en Estados Unidos de Norteamérica cuyo presidente Donald Trump, hace unos días sugirió a los vacacionistas evitar salir del país al tiempo de disponer de dos mil quinientos millones de dólares para atender la eventual crisis de la pandemia y lo que esto produce en la percepción de la gente.
En Europa, este viernes fue cancelada en definitiva la Feria Internacional de Turismo ITB de Berlín, decisión que significa pérdidas millonarias para el país germano. El ministro Horst Seehofer ha dicho que “personalmente, creo que no debe hacerse, sin embargo, tras deliberaciones Christian Göke, CEO de Messe Berlin GmbH, sostuvo que “con más de diez mil expositores de 180 países, la ITB de Berlín es de gran importancia para la industria turística mundial. Asumimos nuestra responsabilidad por la salud y la seguridad de nuestros invitados, expositores y empleados de forma muy seria”, según información de la página preferente.com, con ésta cancelación al día siguiente la situación fue comentada por la secretaria Estatal de Turismo Marisol Venegas quien aseguró que Quintana Roo pierde más de cien citas de negocios.
Bajo este panorama, ante el cercano inicio de la temporada de primavera conocida como el spring break que, en su mayoría son grupos de estudiantes norteamericanos que vacacionan en los destinos mexicanos, si bien no caben las especulaciones, sí es necesario destacar la importancia de la calidad informativa que se ofrece a la comunidad que está atenta a los comunicados oficiales.
En el marco de las medidas preventivas contempladas por los gobiernos para la población es indispensable conocer lo que se proponen hacer para atajar los posibles estragos a la industria turística nacional, de enorme importancia para la economía. Basta mencionar el nerviosismo que impera en las agencias de viaje así como en el sector de la hotelería y la industria de servicios por la probable cancelación de reservaciones cuando fluye la información sobre las complicaciones internacionales que enfrenta el sector para imaginar la delicada situación.
Para entender la dimensión de lo desconocido habría que empezar por mencionar la vocación natural turística de entidades como Quintana Roo, que es su principal actividad económica de la que casi todos (o todos) dependen, por ende, la información debe fluir suficiente, precisa y veraz. Escatimar en esto sería un error lamentable.
El temporal que significa la pandemia está causando los primeros estragos a los grandes consorcios empresariales de sector, como sucedió con los llamados 20 gigantes del turismo occidental que cotizan en la Bolsa de Valores e incluye a las navieras Royal Caribbean o Carnival y la globalizadora Amadeus así como a las aerolíneas Lufthansa o Ryanair, IAG, Southwest, Delta, United y American y cadenas hoteleras como Hilton, Las Vegas Sands, IHG, Accor o Meliá, Marriott y Wyndham, según reportour.mx, dichos consorcios acumulan una caída superior al 10 por ciento en las últimas cinco sesiones, ocasionando una pérdida de hasta un cuarto de su valor, en algunos casos, desde el pasado 20 de febrero.
En Cancún ya hubo eventos internacionales cancelados por el Covid-19, como la reunión de la Corporación de Internet para la Asignación de Nombres y Números, cuyos representantes recientemente anunciaron su suspensión que se realizaría del 7 al 12 de marzo próximo, al que habían sido convocados más de dos mil participantes de 150 países.
Por el motivo que sea, lo anterior indica que hay inestabilidad y esto debe decirse, como también lo que se hace para enfrentar la situación en aras de evitar daños mayores.
En este sentido de igual forma podrían cancelarse las ferias y exposiciones turísticas programadas para este año como la 11ª edición del Turismo Sustentable fechada para el 27 y 28 de abril, posterior a la celebración del cincuentenario de Cancún el 20 de abril.