Carlos J. Pérez García.
El caso es que estábamos mal y ahora estamos peor, pero no tan mal como se alcanza a ver el futuro inmediato. Tampoco se trata de que estuviéramos mejor cuando estábamos “peor”. Nada está para festejar, si bien en vez de deprimirnos habrá que entrar un poco a los detalles.
En energía y economía, la crítica arrecia incluso con exigencias de ajustes… y en las respuestas se habla de golpistas desquiciados o conservadores corruptos, tanto del país como el extranjero. A mí me parece que la pandemia se va a resolver en unos meses sobre todo con algunos gobernadores, mientras que los problemas económicos y de ciertas vertientes (la energía) llegaron para quedarse.
Miren, de manera similar a lo que sucede en economía o política o pobreza o seguridad o soberanía o unidad nacional, en energía las cosas no van nada bien. A continuación, siete cápsulas de estos tiempos.
1) Se sabe que, como en las guerras, las desgracias de la humanidad tienen muchas formas y muchos responsables, a la vez que éstos suelen echarle la culpa a los demás. No son excepción las áreas cruciales de energía/economía, en las que ha habido grandes avances pero aún quedan por acá nacionalistas-populistas con enfoques anti-Economía.
2) Al igual que en la corrupción e inseguridad, los graves aprietos de Pemex y CFE no los originó este gobierno pues vienen de tiempo atrás. Lo malo, ahora, es que los errores recientes tienden a agravar de manera dramática esas fallas estructurales.
3) Así nos hemos preguntado si cuentan con el perfil adecuado los directores Octavio Romero y Manuel Bartlett (uno por sus limitaciones personales, otro por su ideología regresiva) o bien la secretaria Rocío Nahle (por las dos razones anteriores). Resulta muy peligroso empoderar a ciertas personas (igual con Eréndira Sandoval).
4) Claro, la mayor responsabilidad recae sobre el que nombró a sus amigos en esos puestos, además de que la conocida obsesión petrolera afectó las negociaciones con la OPEP y las calificaciones que han degradado a Pemex al extremo de que ya lo abandonan los inversionistas. Fracaso lleva a fracaso.
5) Como con los desfiguros de la rifa del avión y aquella cena para encajar los boletos a ricos empresarios, si alguien tiene dudas del desastre con la OPEP sólo necesita ver los videos del final de esa teleconferencia y analizar los precios/mercados internacionales del petróleo esta semana.
6) Eso se sitúa en la economía nacional y externa, de todo lo cual no tiene idea nuestro líder y está todavía más perdido en su inacción o insuficiencia. Sus reacciones son contraproducentes para la planta productiva y empleadora, aparte de ser muy diferentes de lo aceptado en el mundo o de lo que intentan acá el banco central y los organismos empresariales.
7) Estos días se presentó un plan ‘económico’ que confirma su patetismo e insuficiencia, además de que distrae de todo lo demás que debería hacerse.
En suma, se ha centrado en ¡exhortaciones a empresarios o delincuentes para que “se porten bien”! Y en paralelo, aunque ni nos acordemos de la inseguridad y los narcos, van avanzando también.
Unas preguntas: ¿Quién es más responsable de la inestabilidad que se ha generado en México? ¿Un gobierno pretencioso e “histórico” con errores y descuidos que aumentan la pobreza? ¿O los críticos que insisten en otros enfoques más neutros? A éstos sólo se les agrupa e insulta como conservadores y corruptos, lo sean o no.
Por último: ¿Quién podrá liderar las salidas a este desastre que apenas empieza?
Se dice que el actual encargado tiene que cambiar, o lo tendrán que cambiar a él. Aquí interesa mucho qué opinen ustedes, amables lectoras y lectores.
Con un fuerte abrazo… desde lejos.
* BUENO NUNCA PERDAMOS EL ánimo ni la crítica constructiva, ya sean o no de utilidad para los responsables.
* SI SIENTEN MÁS CORTO este artículo es porque del periódico (para versión impresa en papel) se nos indicó reducir en un tercio la extensión. A ellos tendríamos que agradecer tanto ustedes como yo (es menos trabajo).
@cpgarcieral