México.La compra de libros digitales no se ha incrementado tanto como muchos supondrían en el marco de la pandemia por el COVID-19. Y, salvo en Estados Unidos, la gente utiliza el medio electrónico para comprar libros impresos y no para adquirir masivamente libros electrónicos. Eso es lo que se observa en las recientes estadísticas, detalló el historiador francés Roger Chartier, quien realizó una videoconferencia en el marco del Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor que se celebra hoy desde el confinamiento.
La videocharla fue organizada por la Feria Internacional del Libro de Bogotá desde casa, donde Chartier hizo un llamado a la sociedad en general para no quedarse en el mundo virtual. “No significa que haya una equivalencia entre la forma electrónica y la forma impresa de un ‘mismo libro’. Lo que hacemos hoy, gracias a las múltiples formas de la comunicación y de plataformas electrónicas nos salva en un sentido del aislamiento total y radical, pero al mismo tiempo hay un peligro de pensar que el mundo del futuro podría ser el de hoy o que el libro electrónico podría sustituir al impreso”, expresó.
Me parece importante subrayar que no existe equivalencia y que el mundo por venir debe respetar esta no equivalencia y aprovechar los recursos ofrecidos por el mundo digital, pero sin olvidar que no es el equivalente del mundo no digital. Por ejemplo, para mí es una gran frustración tener esta charla en una forma digital, sin la posibilidad de ver a los oyentes ni responder directamente a sus preguntas. Todo esto es una forma muy útil para comunicarnos, pero no puede ser considerada como equivalente a la práctica que conocíamos anteriormente”, añadió.
De acuerdo con Chartier, en Europa existe un temor importante no sólo por la crisis económica que el mundo deberá afrontar, como ninguna en los últimos 30 años, sino también por la posibilidad de que se agudicen las aspiraciones xenófobas y de un nacionalismo extremo, de la perpetuación de las políticas autoritarias o autocráticas que ya existen, las cuales podrían reforzarse en relación con el temor y el miedo de la gente. Así que la apuesta sería el porvenir de Europa como construcción política que supere esa tendencia a reforzar las fronteras, los nacionalismos y la xenofobia.
Sin embargo, “lo que más preocupa en este momento es que los artistas, salvo los más famosos, se encuentran ahora en una situación dramática sin los festivales de verano en Europa, sin la posibilidad de dar conciertos o recibir ingresos y de ahí muchos estados se han preocupado por defender, apoyar y ayudar a los artistas que se encuentran en esta situación”.
Por último, Chartier habló sobre la suspensión de las ferias del libro en 2020, como la de Bolonia, el Salón del Libro de París, las de Londres, Bogotá y Buenos Aires.
Si hay éxito en las ferias del libro tradicionales es por dos razones, por su lógica concreta del viaje en un espacio inmenso que permite descubrir lo desconocido y encontrar en su materialidad todos los tipos de ediciones y libros; y por el encuentro físico con el libro, con libreros y autores”, concluyó.