pausaa la migración legal a Estados Unidos durante por lo menos dos meses, para
protegera los trabajadores estadunidenses ante las consecuencias económicas de la pandemia, pero críticos condenaron el anuncio como una maniobra electoral para promover su agenda antimigrante y distraer de la reprobación de su manejo de la crisis.
Después de su mensaje por tuit la noche del lunes, en el cual anunció su intención de frenar toda inmigración ante el enemigo invisible
, Trump indicó ayer que la suspensión temporal de la migración
a su país se limitará sólo a los solicitantes de residencia permanente, y no afectará el flujo de inmigrantes legales temporales. Agregó que será por un plazo de 60 días, pero que eso podría prolongarse si él determina que es necesario.
Trump señaló en su conferencia de prensa diaria sobre el combate al coronavirus que su orden ejecutiva impone una pausa a la migración nueva
para ayudar a trabajadores estadunidenses desempleados, al subrayar que primero tenemos que cuidar al trabajador estadunidense
de tener que competir con extranjeros por empleos, así como para mantener solvente
el sector salud.
Pero después de una furiosa reacción de algunos sectores empresariales que dependen de la mano de obra extranjera, sobre todo el agrario, Trump cedió ayer aclarando que no se aplicará la medida contra trabajadores temporales y por lo tanto los granjeros no serán afectados por la orden ejecutiva sobre migración
.
Aparentemente, las dependencias encargadas de esta medida fueron sorprendidas por el anuncio de Trump vía tuit la noche del lunes, ya que no podían ofrecer detalles sobre una orden que aún no había sido evaluada ni redactada.
Sin embargo, la migración legal ya está suspendida. La Casa Blanca ya ha implementado severas restricciones a la inmigración empleando la crisis de la pandemia como justificación desde hace semanas, incluida la anulación efectiva del derecho de asilo en su frontera sur, reducción y suspensión de emisión de nuevas visas en sus embajadas y consulados, y restricciones a viajeros extranjeros de Europa, China, Canadá y México
Organizaciones de defensa de derechos de inmigrantes denunciaron el anuncio de la nueva orden ejecutiva como otra medida antimigrante más diseñada para efectos electorales y distraer de los fracasos del presidente en torno a su manejo de la crisis.
Algunos analistas señalaron que encuestas recientes, y un amplio coro de prestigiosas voces, han emitido una calificación negativa a Trump por su manejo de la pandemia, y sospechaban que la Casa Blanca deseaba cambiar el enfoque a su tema político favorito: los inmigrantes, como representantes de una amenaza externa
a la salud y el bienestar de este país.
La Jornada / David Brooks