México.- Las personas migrantes, refugiadas y deportadas se encuentran entre las más vulnerables ante la pandemia. Buena parte de los albergues para migrantes que operan en México les permiten permanecer dos o tres noches. Ante la emergencia sanitaria, muchos les han ofrecido un espacio para permanecer por tiempo indefinido. Esto ha reducido los riesgos de contagio.
Sin embargo, también ha limitado la capacidad de los albergues de atender a todos los que buscan un lugar donde comer y dormir. En algunos casos, las organizaciones que prestan ayuda humanitaria, legal y médica a personas migrantes han suspendido sus operaciones.
Otras han reducido su capacidad de atención o la han enfocado en los problemas más apremiantes. La mayoría de las personas migrantes no cuenta con documentos, lo cual les dificulta acceder a servicios básicos que ofrecen las instituciones públicas en México.
Además, muchas de las personas con estatus de refugiado o solicitantes de asilo político han perdido sus trabajos y difícilmente cuentan con redes de apoyo que les permitan enfrentar la emergencia. Ante este panorama, muchas organizaciones, como Casa Monarca en Monterrey y FM4 en Guadalajara, han reforzado programas de entrega de alimentos. La situación es similar para las personas mexicanas deportadas de los Estados Unidos.
Existen obstáculos burocráticos en México para obtener documentos de identidad. Estos obstáculos se han vuelto más difíciles de sortear y cientos de mexicanos están indocumentados en su propio país, lo cual les impide acceder a muchos servicios públicos. En años recientes los propios deportados han formado organizaciones de ayuda mutua y para ejercer presión a las autoridades.
Ante la pandemia, Deportados Unidos en la Lucha, Puente Tijuana United y tres organizaciones más formaron la red Unidos, la cual ha comenzado a recaudar fondos para pagar alimentos y gastos médicos de miembros de la comunidad de deportados.
El colectivo Nuevo Norte realiza talleres intensivos de investigación sobre migración y de desarrollo de proyectos con y para comunidades migrantes en distintas ciudades de México.
Los talleres integran a personas de distintos perfiles—principalmente diseñadores, arquitectos y artistas—para, primero, realizar trabajo de campo etnográfico entre migrantes y, segundo, trabajar de manera colaborativa en proyectos realizables, significativos y multiplicables. Durante la primera etapa del taller los participantes visitan albergues, comedores y otros espacios donde se congregan los migrantes para platicar con ellos.
Taller Nuevo Norte