Héctor Moctezuma de León.
De unos días para acá gobernadores de varios estados se han convertido en una mafia de chantajistas, que de pronto sacan el tema de la revisión del pacto fiscal, o que cuestionan la calidad de los insumos que envía la federación para los hospitales localizados en las entidades federativas, o que tratan de contradecir a los expertos sobe el uso de instrumentos para evitar la propagación de la pandemia.
Hace unas semanas me referí en este mismo espacio a las grillas que se han desatado en torno a la emergencia sanitaria y es que algunos gobernadores, se han dedicado a cuestionar todo lo que las autoridades de salud han dispuesto para enfrentar el contagio del COVID-19, tratan de llevar agua a su molino, hasta con fines francamente futuristas, es el caso del gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, quien se siente presidenciable y busca posicionarse montado en la tragedia.
El caso de los gobernadores panistas es también de una mezquindad gandallesca. Convocados por el gobernador de Tamaulipas, Francisco Javier Cabeza ayer se reunieron en Ciudad Victoria y acordaron cuestionar algunos insumos que envió la federación, se trata de unas batas muy delgadas, efectivamente, pero que no son para el personal médico que está cerca de los pacientes contagiados, sino para el personal comunitario que está fuera de las salas de atención y que en algunos casos se encarga de tomar la temperatura, como se los aclaró el doctor Hugo López Gatell, después de que habían hecho su escándalo en los medios.
El planteamiento de los gobernadores de Nuevo León, Jaime Rodríguez “El Bronco” y de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme, de crear el Nortexit, peor estupidez no he escuchado. Siempre el Estado de Nuevo León se ha quejado de la gran aportación de recursos que realiza a la federación, con razón, pero lo que no se vale es que lo hagan en momentos de crisis como la que estamos viviendo y que no es cualquier cosa.
Exigir la revisión del Pacto Fiscal en estos momentos como los propuso el gobernador de Jalisco, es un vil chantaje; devolver insumos cuando no se conoce el uso, es un vil chantaje; proponer la separación de estados, es un vil chantaje.
Señores gobernadores no es tiempo de chantajes, ni de posturas futuristas, bájenle a su grilla; si la estrategia del gobierno federal para combatir la pandemia no funcionó con eficacia, entonces váyanse con todo, pero una vez que pase lo peor, no sean gandallas.
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Como si fuera un gran logro, el director de Pemex, Octavio Romero Oropeza aseguró que con las coberturas petroleras sobre el precio de referencia propuesto por los legisladores para el presupuesto 2021 recibiremos 7,500 millones de dólares por las ventas de petróleo al exterior, lo que no dijo fue el procentaje que se cubrió y que de no haberse presentado esta situación, los ingresos por concepto de la venta del crudo mexicano en el mercado petrolero internacional hubieran sido de más de 20 mil millones de dólares de acuerdo a la plataforma de exportación que podría variar entre un millón 100 mil y un millón 200 mil barriles diarios… Cantinflesca esa declaración del director de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Barteltt, quien para justificar el aumento en las tarifas eléctricas, dijo que las tarifas no subieron porque el incremento fue del 3 por ciento, debajo de la inflación, entonces, sí subieron, señor director. Si viviera don Mario Moreno “Cantinflas” se habría muerto de risa.
