Raúl Flores Martínez.
La desesperante expectativa de no librar una recesión en México, tiene al borde de la desesperación a millones de mexicanos que viven al día.
Algo que es bueno para dos gobiernos. Uno para el gobierno Federal que seguirá dando sus dádivas a través de sus programas clientelares para ser el salvador de la nación.
El otro, al que no le han puesto mucha atención, las autoridades Federales, es el gobierno del Crimen Organizado (CO), ese gobierno autónomo que con base en plata y fuego han entretejido su base social.
Guanajuato, Michoacán, Tamaulipas, Veracruz, Guerrero, Chihuahua, son solo algunos estados donde las células del crimen organizado, están comenzando a repartir despensas y dinero a la población.
Hace un par de días el denominado Cártel del Golfo a través de su jefe de plaza en Ciudad Victoria, denominada 46 Vaquero repartió despensas con los saludos de este líder del crimen organizado.
No es un secreto que el CJNG, Golfo, Pacífico, Santa Rosa de Lima apoyen a su base social en épocas difíciles, una ayuda que es retribuida cuando se realizan operativos en contra de estos grupos criminales.
Quizá en el gobierno Federal no lo sepa que el apoyo que da estos grupos crimínales son superiores a sus programas bimestrales, algo que serán tomados por muchos que se quedarán sin empleo en los próximos meses.
En pocas palabras, las malas decisiones del Presidente López Obrador en no dar apoyo fiscales a las empresas, va a generar despidos y arrojará a esos trabajadores a ser parte del crimen organizado, solo esperemos.
Por cierto, mientras algunos están en cuarentena, el crimen organizado sigue en su negocio.
Cuando estaba terminando de escribir este espacio, me llego el reporte de la explosión de un auto en Celaya, Guanajuato, los primeros reportes señalan un carro bomba, esperemos los informes.