Francisco Garfias.
Muy al estilo de Carlos Salinas con el PRD en la década de los noventas, Andrés Manuel López Obrador “ni ve, ni oye” a los empresarios que reclaman apoyos fiscales para enfrentar el tsumani socio económico provocado por el coronavirus y de este modo salvar empleos.
Y es que no les fue muy bien a los dirigentes de los organismos empresariales que el jueves se reunieron en Palacio Nacional con el Jefe de la Nación.
Salieron sin un “compromiso” para diferir el pago de impuestos. Tampoco lograron la prórroga de seis meses que plantea el sector privado para la declaración anual.
La reiterada negativa del presidente a hacer ajustes en su estrategia económica, salipicada de ideología, llevó a un grupo plural de 28 notables mexicanos, ninguno de la 4T, a escribirle una “carta abierta” en términos muy respetuosos.
En la misiva, que suscribe Cuauhtémoc Cárdenas, el grupo de los 28 alerta sobre las consecuencias de no adoptar medidas urgentes frente a la anunciada recesión que trae aparejada la pandemia del Covid-19.
“Podría ser una depresión económica y una agudización de la pobreza no vistas en México en muchas décadas”, dice la misiva firmada también por David Ibarra, Santigo Levy, Carlos Heredia, Mario Luis Fuentes, Francisco Suarez Dávila, Saúl Escobar, Carlos Tello y 20 personas más.
En la parte final le piden al presidente que convoque a la brevedad a los principales actores económicos y sociales para construir un acuerdo nacional para superar la crisis.
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Corrió ayer el rumor de una inminente renuncia en el gabinete de López Obrador, la de Arturo Herrera. El secretario de Hacienda estaría frustrado por la renuencia de su jefe a reajustar su estrategia en un entorno económico adverso.
La versión arreció luego de que el presidente descalificara públicamente las proyecciones de un decrecimiento económico hasta del 3.9 por ciento en 2020, contenidas en el documento con los precriterios de política económica que la Secretaría de Hacienda envió al Congreso de la Unión.
Pero en eso quedó, en rumor… por ahora.
El propio titular de la SHCP puso ayer un tuit en el que adelanta que a principios de la semana próxima dará a conocer los detalles de diversos programas de crédito a través de los cuales se va a apoyar a la micro y pequeña empresa gravemente dañadas por el impacto del Covid-19 en la actividad económica.
Herrera ha demostrado que entiende cómo operar bajo el estilo de gobierno altamente centralizado de López Obrador, pero si percibe que la economía y su reputación enfrentan graves riesgos, podría renunciar.
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Las malas noticias no paran. Ahora fue Fitch Ratings la que redujo la calificación de la deuda de Petróleos Mexicanos de largo plazo en moneda extranjera a BB, y en moneda local a A. Puso a la empresa en perspectiva negativa.
Dada la compleja coyuntura económica, los expertos consideran que es solo cuestión de tiempo para que otra calificadora siga la misma línea de Fitch y reduzca la calificación a PEMEX, lo que generaría presiones adicionales a las finanzas públicas.
Y en el gobierno insisten en meterle más dinero bueno al malo.
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Uno que anda muy activo es el embajador de México en las Naciones Unidas, Juan Ramón de la Fuente.
En línea con lo planteado por López Obrador en la cumbre virtual del G-20, la semana pasada, presentó a los estados miembros de esa Organización una “propuesta de resolución” para evitar prácticas monopólicas o especultivas en el acceso global a vacunas (que ya vienen), medicamentos y equipos necesarios para enfrentar al Covid-19.
“Son tiempos para actuar con solidaridad”, sintetiza la iniciativa mexicana.
Por cierto que la propuesta destaca la importancia de que gobiernos e iniciativa privada trabajen en conjunto para acelerar la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías, a fin de compartir los beneficios que traerán los nuevos medicamentos antivirales y las vacunas.
México espera que el proyecto de resolución sea copatrocinado por otros países y sometido a consideración formal de la Asamblea General del organismo, la próxima semana.
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