Buenos Aires.- “Tal vez el mundo aprenda lo efímera que es la especulación financiera, cómo todo se derrumba en un instante cuando este bicho microscópico aparece en escena y se lleva miles de vidas y millones de dólares”, dijo el presidente Alberto Fernández en un acto durante el cual se inauguraron las nuevas obras del Sanatorio Antártida, que será utilizado para atender pacientes afectados por coronavirus.
Previamente emitió un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), que impide el despido y suspensión de trabajadores, y otro disponiendo la creación de un programa de asistencia de emergencia para apoyar con subsidios estatales a empleadores y trabajadores de empresas micro, pequeñas y medianas, afectadas por la merma de la actividad productiva debido a la pandemia.00
El sanatorio Antártida pertenece al sindicato de Camioneros y dispone de 340 camas y el histórico dirigente Hugo Moyano le entregó este miércoles las llaves al presidente Fernández, quien hizo su primera aparición en público esta mañana y lo puso a disposición de la emergencia. El mandatario agradeció esta decisión y la solidaridad demostrada y añadió “dijimos que íbamos a volver mejores. Estamos siendo mejores, Hugo, estamos siendo mucho mejores”.
Una cantidad de sindicatos que en Argentina tienen importantes obras sociales, y hospitales y clínicas para sus afiliados se han puesto a disposición para atender esta grave emergencia y también hoteles sindicales, algunos de los cuales están albergando a argentinos que llegaron desde países en riesgo y son sometidos a un tiempo de observación y cuarentena, además de las constantes reuniones de dirigentes con el mandatario ante la gravedad de la situación de estos momentos, como también dirigentes sociales, responsables de comedores populares, y además ayudando en la disposición gubernamental de mantener los comedores escolares.
“El problema de Argentina son los que creen que sobra gente, no los que creemos que todos tenemos un lugar. El problema son los que especulan y no creen en construir un país trabajando y produciendo” sostuvo el mandatario quien recordó que el sistema de obras sociales existe nada más que en Argentina, y está diseñado para que “la autogestión de los trabajadores sea capaz de dar salud a los que lo necesitan”, afirmó Fernández, en su primera aparición en público desde que comenzó la cuarentena total, dictada el 20 de marzo y quien cumple años mañana.
En tanto, el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción que surge del decreto de hoy tiene como objetivo apoyar los emprendimientos que disminuyeron su producción a partir de la pandemia que impacta en forma “inmediata y aguda particularmente” a las empresas micro, pequeñas y medianas (Pymes) las más castigadas durante el gobierno de Mauricio Macri.
El decreto prevé “la postergación o reducción de hasta el 95 por ciento del pago de las contribuciones patronales al Sistema Integrado Previsional Argentino” y una “asignación Compensatoria al Salario para todos los trabajadores en empresas de hasta 100 empleados”.
Además mediante el Programa de Recuperación Productiva ( REPRO), el gobierno estableció que se dará una asistencia a los trabajadores en relación de dependencia del sector privado para empleadores que superen los cien empleados y se especifica que la prestación por trabajador tendrá un mínimo de seis mil pesos y un máximo de diez mil, a la vez que se aplicará un sistema integral de prestaciones por desempleo, destinado a actividades económicas que “fueran afectadas de forma crítica en la zona geográfica donde se desarrollan”, a quienes cuenten con una “cantidad relevante” de trabajadores contagiados y quienes acrediten una “sustancial reducción en sus ventas” con posterioridad al 20 de marzo de 2020.
El gobierno aclaró que “se encuentran excluidos de los beneficios del presente decreto aquellos que realizan las actividades y servicios declarados esenciales”.
En este escenario, la oposición de la alianza Cambiemos que gobernó el país entre 2015 y 2019, dejando tierra arrasada, llamó a un cacerolazo pidiendo que los funcionarios se rebajen los salarios y comenzaron a enviar violentos mensajes por las redes, sin encontrar respuesta en las mayorías de los barrios, salvo en algunos de los más ricos de esta capital. Además apoyaron a los empresarios que como el dueño de Techint criticado por anunciar el despido de casi mil 500 trabajadores y ahora a Nicolás Caputo amigo íntimo de Macri, quien decidió despedir a 700 trabajadores.
La Jornada / Stella Calloni