México.- El mercado eléctrico de México es el último campo de batalla en un enfrentamiento cada vez peor entre la élite empresarial del país y el presidente Andrés Manuel López Obrador, después de que el Gobierno acelerara nuevas reglas que ponen en riesgo miles de millones de dólares en inversiones en energía limpia.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo este lunes que los empresarios están “en todo su derecho” de acudir a tribunales para dirimir una disputa por nuevas reglas al sector eléctrico, pero advirtió que se debe “poner orden” para que no vean al país como “tierra de conquista”.
“Si no ponemos orden, va a seguir lo mismo: la corrupción, van a seguir viendo a México como tierra de conquista como lo hacían, venían las empresas extranjeras a saquear, saquearon más en este periodo neoliberal que durante los tres siglos de dominación colonial, hicieron lo que quisieron” recalcó.
La politóloga Denise Dresser, una de las voces más fuertes de la oposición en México, se refirió a las acciones del mandatario como “capitalismo de Estado”, ya que, según ella, sus reformas en el sector energético son “regresivas”.
“El gobierno de López Obrador sigue demostrando cuál es la verdadera transformación que busca. No se trata de transparentar, actualizar, democratizar, desarrollar o reverdecer a México. Más bien busca resucitar dinosaurios. Darle respiración artificial al Carnotauros que es la Comisión Federal de Electricidad; asegurar una transfusión sanguínea al Parasaurolophus que es Pemex; rescatar especies en extinción que dependen del combustóleo y del carbón”, abundó.
“A dentelladas, la secretaria de Energía destruye lo avanzado para asegurar una transición energética de energías sucias a energías limpias. A zarpazos hace todo lo posible por provocar la huida de la inversión privada aunque ello implique violar la ley, triturar tratados ambientales, desconocer compromisos internacionales, provocar la renuncia del titular de la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria o poner en riesgo la salud de los mexicanos y el futuro del planeta. La llamada 4T no quiere innovar; prefiere contaminar. No le interesa regular; prefiere atropellar. No quiere competir; prefiere monopolizar. No le preocupan los consumidores; prefiere expoliarlos”, dijo la también escritora.
Respecto a la situación de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Dresser dijo que estas empresas se beneficiarán en el futuro pero a costa de la población:
“AMLO intentará salvar a dos empresas ineficientes con medidas contraproducentes. Millones de mexicanos obligados a pagar tarifas más altas por la luz o verla subsidiada con sus impuestos, forzados a aspirar partículas contaminantes asociadas con enfermedades respiratorias, presionados a consumir energía más cara, mientras fuera del país se vuelve más barata. Millones de mexicanos que no podrán aprovechar los beneficios de 44 proyectos de generación de energía limpia en 18 estados.
Sin embargo, también advirtió sobre los peligros de tomar esta “regresión” como un triunfo nacionalista.
“Aplaudirán el retorno al mesozoico mexicano donde ostensiblemente se recupera la soberanía, amenazada por inversionistas extranjeros. E ignorarán que los monopolios públicos han sido tan rapaces y extractivos como los operadores privados. Que no importa el origen de la inversión sino cuán eficaz es el gobierno para regularla. Que es posible criticar a industrias abusivas como Iberdrola y también el regreso a un modelo fósil destructivo como el del combustóleo, el petróleo y el carbón. La defensa de la soberanía no debería convertirse en la defensa de un modelo obsoleto. El rescate de las empresas energéticas del Estado no debería hacerse a costa del medio ambiente y a contrapelo del mundo”.
Por último, comparó a otras naciones de ideología de izquierda con México al decir que éste último “insiste en prácticas viejas, sucias (y) anacrónicas”.
“En otros países, las izquierdas plantean usar la contingencia del Covid-19 para replantear sus modelos energéticos, pensando en el futuro. Aquí AMLO insiste en revivir a los dinosaurios de la devastación, regresando al pasado. Pero la verdadera ‘contaminación visual’ no la producen los ventiladores eólicos que criticó en La Rumorosa. El depredador es él: un Tiranosaurio Rex dispuesto a devorar mexicanos con tal de engordar a la CFE”, concluyó.
Infobae