Héctor Moctezuma de León.
La terrible inseguridad que se vive en México, no es de ahora, la padecemos desde hace muchas décadas, pero en especial en lo que va de este siglo XXI. En ese país ya no se habla de Seguridad, todo es violencia, balaceras, que han enlutado a miles de familias. Secuestros, derecho de piso y la extorsión son el pan nuestro de cada día. Crean nuevos cuerpos policíacos, meten a la cárcel a policías y comandantes, desaparecen corporaciones completas, meten y sacan al ejército pero la situación sigue igual. Este es otro desmadre.
Vean ustedes: en el sexenio de Vicente Fox se integra una corporación llamada Agencia Federal de Investigación (AFI) con personal bien equipado para enfrentar a la delincuencia con algunas ventajas, pero resultó un fraude. Me acuerdo que una vez entré a un cuartel de la AFI en Lomas de Sotelo, era un búnker, parecía que se estaban preparando para un ataque nuclear. ¿Y saben quién estaba al frente? Nada más ni nada menos que Genaro García Luna. En ese mismo sexenio se creó la Secretaría de Seguridad Pública.Todo siguió igual.
Después vino la “Guerra contra el Narco” de Felipe Calderón que inició Michoacán, sólo trajo sangre y muerte por todo el país, hubo muchas víctimas inocentes que Calderilla le llamó: “Daños colaterales”, que nunca se aclararon. García Luna ascendió a secretario de Seguridad Pública pese a los pésimos resultados cuando estuvo al frente de la AFI y se estableció entre los dos un extraño amasiato institucional el que hoy se investiga en los Estados Unidos, con el ex-secretario preso en una cárcel de Nueva York.
Con Peña Nieto continuó la misma “estrategia” los soldados, los marinos y la policía federal en las calles y no en pocos casos fueron acusados de violación de los Derechos Humanos. Peña Nieto desapareció la Secretaría de Seguridad y le dio esas funciones a la Secretaría de Gobernación a su amigo Miguel Ángel Osorio Chong, quien por sus sueños presidenciales, de plano abandonó la responsabilidad. Y otra vez la corrupción en los cuerpos policíacos que fueron penetrados hasta el tuétano por la delincuencia organizada, la Policía Federal Preventiva terminó envuelta por la corrupción.
En el gobierno de la 4ª Transformación se creó la Guardia Nacional con, la gran apuesta de López Obrador para enfrentar la violencia, pero con abrazos no balazos, resultó todo lo contrario, los hechos violentos se multiplican todos los días y, va de nuez, el ejército a las calles; protegido por un acuerdo presidencial que hace a un lado la Secretaría de (In) Seguridad y Protección Ciudadana a cargo del inepto Alfonso Durazo con mando ilimitado al ejército y la marina.
De nada han servido tantos recursos invertidos en seguridad, muchos de los cuales han parado en los bolsillos de los jefes policíacos voraces o de algunos gobernadores. Y en ese desmadre los que la llevamos somos los ciudadanos o para estar a tono con la 4ª, el pueblo bueno. Y los delincuentes risa y risa.
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Guillermo Calderón León es un priista mexiquense que se coló a esta administración, en la que no habría corrupción. En su paso por la administración de la Aduana de Progreso, Yucatán, le dio rienda suelta justamente a la corrupción. Fue designado administrador en abril de 2019 por el entonces director de Aduanas, Ricardo Peralta. Diez meses después se dieron cuenta que era un pájaro de cuenta. Lo investiga la FGR por: Tráfico de Madera sin licencia; Tráfico de Pepino de mar; Tráfico de piezas de avión; Tráfico de especies marinas y aquí viene lo bueno, presuntamente permitir el ingreso desde China de efedrina y fentanilo sustancias utilizadas para producir ¡metanfetaminas y fentanilo! Tiene expedientes en la Secretaría de la Función Pública, folio 78294/2019 y SAT folio 49822. Fue dirigente juvenil del PRI, diputado local por el PRI en el Estado de México, el sexenio pasado funcionario de Sedesol y Sedatu. Presumía de amistad con Luis Videgaray y es propietario de dos aviones Howker 800 por los que pagó más de 500 mil dólares, en “abonos chiquitos” de 100 mil dólares mensuales. Huyó.
