México.- La mayoría de los estudiantes de medicina que se habían retirado de las instituciones de salud han vuelto ya a sus labores como Médicos Internos de Pregrado (MIP) y pasantes de servicio social, pero no lo han hecho bajo su libre voluntad, como han sugerido autoridades educativas y sanitarias del país, lo han hecho para no comprometer su trayectoria profesional.
“Yo me reincorporé este lunes a un hospital del IMSS, pero no volví porque quisiera regresar en este momento en el que estamos en fase 3, ningún hospital está exento de recibir pacientes con COVID y hasta los médicos de base se están contagiando, volví porque de lo contrario no tendría mi carta de liberación de internado y no podría hacer una especialidad”, señala Aurora, a quien llamaremos así para reservar su identidad.
Así lo señalan a Animal Político representantes de asociaciones de MIP, categoría en la que se encuentran quienes cursan el último año de la carrera de medicina, cuando más que en las aulas la formación es ya en una institución de salud, rotando en lo servicios y haciendo guardias. Una vez terminada esta etapa de internado viene la de servicio social y hasta después la titulación como médicos generales.
En el caso de estos estudiantes se ha dicho que la decisión de volver a las instituciones es voluntaria, después de que la UNAM y el IPN los retiraran de esos lugares en los primeros días de abril, bajo el argumento de que necesitaban capacitarlos y asegurarse de que no correrían riesgos de contagio, en medio de la fase 2 de la epidemia de COVID en México.
Pero desde la tercera semana de abril, las autoridades de salud de las diversas instituciones emitieron oficios y comunicados en los que se pedía el regreso de los internos, a partir del 1 de mayo, en plena fase 3 de la pandemia.
El pasado 30 de abril, el ISSSTE emitió un comunicado en el que aseguraba que los Médicos Internos de Pregrado, sin factores de riesgo, podrían reincorporarse de forma voluntaria a sus unidades médicas.
Ese mismi día, el director de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM, Germán Enrique Fajardo Dolci, declaró, en la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, que el regreso de los estudiantes de esa universidad a las instituciones de salud sería de manera voluntaria.
“Los estudiantes de medicina que quieran regresar a las prácticas al internado lo pueden hacer, eso es lo que se está platicando, reiterando que la prioridad es protegerlos”, señaló.
El martes 5 de mayo, la Secretaría de Salud hizo público un comunicado en el que reitera que los MIP y pasantes de servicio social de todas las carreras de la salud sin factores de riesgo para enfermedad grave por COVID-19 deberán reincorporarse, a partir del 01 de mayo de 2020, a las instituciones de salud.
La oficina de comunicación del ISSSTE confirmó a Animal Político que esa institución se apegaba a lo emitido por Salud y lo mismo en el caso del IMSS.
El comunicado de Salud precisa que en el caso de que las unidades donde los estudiantes hacían su internado hayan sido designadas para la atención de pacientes COVID-19, serán reubicados en áreas de menor riesgo, determinadas por los Servicios Estatales de Salud (SESA) en acuerdo con las instituciones educativas de procedencia.
Al final del ciclo, los SESA y DGCES extenderán la carta de término a los MIP sin factores de riesgo que se hayan reincorporado en el plazo establecido. Los que decidan voluntariamente no reincorporarse –dice el documento– podrán solicitar una constancia por el tiempo de servicio efectivo en la unidad de salud. Además dejarán de recibir el pago de su beca, que se reactivará hasta que se reincorporen.
Para los estudiantes esos dos lineamientos son una clara forma de obligarlos a volver, aunque se diga que pueden voluntariamente no regresar.
Esa carta de término del periodo de internado es necesaria para continuar con la trayectoria académica: el servicio social y el examen de titulación.
“Con la UNAM ya se acordó que quienes no regresen a las instituciones y no obtengan esa carta no tendrán implicaciones académicas, podrán de todas formas hacer su servicio y titularse”, asegura un representante de la Asamblea de MIP de esta universidad.
Pero hay dos problemas en esto, no todas las escuelas se han comprometido a lo mismo, los estudiantes denuncian que el IPN no lo ha hecho, por ejemplo, el otro es que la misma UNAM no puede frenar las implicaciones de no contar con esa carta más allá del ámbito académico.
“Para hacer una residencia en el IMSS presentar ese documento es un requisito, eso quiere decir que el que no la tenga no podrá hacer una especialidad en el Seguro Social, lo que representa una enorme implicación para muchos”, explica un representante de la Asamblea Mexicana de Médicos Internos de Pregrado, AMMIP, (esta de alcance nacional y de varias escuelas, como el IPN, la UNAM, la Universidad Veracruzana, la Universidad Autónoma de Aguascalientes, entre otras).
Animal Político / Andrea Vega