Luis Octavio Murat Macías.
@luis_murat
Revelacio?n sorprendente la del presidente Lo?pez Obrador, al admitir que fue e?l quien ordeno? la liberacio?n de Ovidio, hijo del Chapo Guzmán, de no hacerlo, “iban a morir 200 inocentes”, en aquel fati?dico y desastroso operativo de Culiaca?n, Sinaloa, cuando fue aprehendido Ovidio Guzmán, quien fue llevado al aeropuerto por los militares para enviarlo a la Ciudad de Me?xico, sin embargo, órdenes presidenciales recibidas al llegar al aeropuerto cambiaron el protocolo de inicio.
Ovidio fue liberado, ocasionado, por supuesto, las protestas y críticas sociales contra las sorprendentes decisiones del gabinete de Seguridad que obligaron a la claudicacio?n de las fuerzas armadas frente al Cártel de Sinaloa.
Por lealtad al jefe, como lo dicta la disciplina militar, el Ejército, la Marina y el Frankenstein (Guardia Nacional) encabezado por Alfonso Durazo, cargaron con el descre?dito, las culpas, la vergu?enza al haber claudicado ante el poder del capo, amo y sen?or del Ca?rtel de Sinaloa, territorio que controlan con inaudita fuerza armada.
Aquel di?a, el Cártel de Sinaloa desplego? con brutalidad sin li?mites, parte de su fuerza contra los militares que no tuvieron más opcio?n que replegarse al estar en desventaja armada y no poner en más riesgo a la poblacio?n civil. Au?n asi?, con todo en contra, los soldados pudieron capturar a Ovidio, el hijo del Chapo.
La reaccio?n del Cártel de Sinaloa por la captura de Ovidio fue exigir la liberacio?n del detenido, de lo contrario los narcos dinamitari?an las casas de los militares, mismas que estaban rodeadas por los narcos. Una vez que el presidente fue enterado de la situacio?n, habi?a que tomar decisiones: Una seri?a, no ceder al chantaje del Cártel de Sinaloa, a fin de no debilitar el poder presidencial y la fuerza de las instituciones del Estado, en este caso concreto, el Ejército, la Marina, la Guardia Nacional, las Polici?as Federal y local.
La otra opcio?n era ceder a las exigencias del Cártel de Sinaloa en el sentido de liberar a Ovidio y dejar en libertad a todo su grupo de narcos, a cambio de no tocar a las familias y las casas de los militares.
Al di?a siguiente de los hechos sangrientos, el presidente Lo?pez Obrador informó a la opinio?n pu?blica que se habi?a optado por una decisio?n del gabinete de Seguridad y que e?l la habi?a avalado, posicio?n que no extran?a pues no acostumbra cargar con todo el peso de responsabilidades delicadas o comprometedoras, casi siempre las reparte.
El resto de la penosa decisio?n del gabinete de seguridad “respaldada” “por el presidente, en la que el Estado y gobierno accedieron a las demandas y presiones del Cártel de Sinaloa autorizando liberar a uno de los más peligrosos delincuentes del narcotra?fico, queda claro que los cárteles de la droga tienen licencia para actuar como quedó demostrado en el sangriento enfrentamiento de los cárteles la semana anterior en los principales municipios de Guanajuato donde los narcos quemaron automo?viles, bloquearon carreteras, hechos violentos que motivaron a la Embajada y consulados de Estados Unidos a lanzar una alerta de seguridad para pedir a sus ciudadanos no viajen a Guanajuato.
Siete meses despue?s del “Culiacanazo”, el presidente volvio? a sorprendernos. En esta ocasio?n no rehuyo? ni se zafo? de la responsabilidad de la liberacio?n de Ovidio, como lo hizo en octubre del 2019, cuando le paso? el balo?n de la decisio?n a su gabinete de seguridad. El viernes pasado admitio?: “Yo di la orden de que lo soltaran”.
La aceptacio?n presidencial de su directa responsabilidad en el caso de Ovidio, revivio? aquel di?a, que ya es ane?cdota, cuando el presidente viajo? a Sinaloa para saludar a la mama? del Chapo Guzman por haberle enviado una carta solicita?ndole una visa humanitaria para poder viajar a Estados Unidos y poder ver a su hijo:
“Me pide que ayude en gestiones para que el gobierno de Estados Unidos le permita viajar para ver a su hijo y voy a hacer el trámite…yo creo que por razones humanitarias se le deberi?a permitir”.
Solo que hay un asunto que no cuadra en el caso de la liberacio?n de Ovidio, se trata de que la ley fue quebrada por el presidente Lo?pez Obrador al haber ordenado directamente su liberacio?n.
El artículo 150 del Co?digo Penal dice al respecto:
“ Se aplicarán de seis meses a nueve an?os de prisio?n al que favoreciere la evasio?n de algu?n detenido, procesado o condenado. […] Si quien propicie la evasio?n fuese servidor público, se le incrementará la pena en una tercera parte de las penas sen?aladas en este artículo, segu?n corresponda” o, ¨al precio de algunas reformas a la Constitucio?n y, sobre todo, en el personal gubernamental”.