Raúl Flores Martínez.
La pandemia del Coronavirus trajo desgracia a muchas familias en el país que perdieron un ser amado.
También exhibió un sistema de Salud caduco que ha dejado mucho que desear, no por los médicos, enfermeras y personal que se la rifan a diario en la batalla contra el Covid, sino por aquellos que toman las decisiones.
Por si fuera poco, también exhibió la nula preparación e ignorancia de algunos profesores en las materias que dan en sus escuelas y el nulo uso de las tecnologías que incluyen las redes sociales, como Zoom, Classroom, Duo para impartir las clases a distancia.
Profesores que basados en el clásico pretexto de “gano muy poco”, no tienen una capacitación en el manejo de las redes sociales y las nuevas tecnologías para impartir de manera distinta sus clases que dan de manera mecánica, como sino supieran que hay tutoriales para el manejo de las redes sociales.
Lo peor, no saben el uso de una computadora de escritorio, lap top, IPad y sus diversos programas. Solo utilizan lo básico, word con corrector de textos y hasta ahí.
En otro aspecto, esta pandemia dejo algo que todos ya sabemos, esa abismal diferencia de clase social en el país.
Mientras algunos alumnos tienen teléfonos inteligentes, computadoras de escritorio y IPad, otros sencillamente no tienen para comer, mucho menos tienen internet y la tecnología para hacer frente a la vida.
Si escribimos sobre la infraestructura de las empresas que ofrecen internet, quedó claro que nos están dando gato por liebre, es claro que nos quedaron a deber un servicio de calidad.
La pandemia del Covid-19, exhibió las fallas que se tienen a nivel gubernamental y en lo individual.
Es momento de exigir mejores servicios en el sector público y privado; sin embargo, también es momento de exigirnos, prepararnos y capacitarnos en lo que hacemos diariamente para dejar de ser parte de una sociedad bananera que se conforma con el viejo “ahí se va”.
Es momento que exijamos mejores servicios que pagamos, mejor educación para nuestros hijos y una mejor capacitación en todos los aspectos a esos profesores que por décadas, se han oxidado repitiendo como pericos la misma clase.
Es momento dar un golpe de timón para prepararnos y actualizarnos en lo que hacemos diariamente para salir del hoyo para dejar de ser parte de una sociedad bananera que se conforma con el ahí se va.
