Jorge Miguel Ramírez Pérez.
Se publicó el 24 de marzo de parte del prestigiado periodista Miguel Vadillo, en la revista Contra Línea, un reportaje titulado: “Carlos Slim se queja en Palacio por intento de extorsión de funcionarios del SAT”, en este documento queda en descubierto una amplia red de funcionarios federales incluso algunos estatales, cuyo común denominador son, por una parte, egresados del Colegio Logos la escuela donde estuvieron los hijos de Obrador, y a la vez, como es de suponerse amigos cercanos de los mismos; quienes fueron impulsados sin acreditar experiencia profesional y laboral para los puestos de la alta burocracia, que usufructúan.
Tienen los protegidos o han tenido, posiciones en el SAT donde se mencionan a dos de los directores de rango superior como posibles extorsionadores a la empresa de Slim: CARSO; ambos funcionarios identificados con el grupo de Antonio Martínez Dagnino el director general del SAT, personaje de todas las confianzas de Andrés López Beltrán alias “El Andy”,
En el citado texto se habla de muchos cargos importantes que tiene ese grupo en el SAT, en la Secretaría de Hacienda, en CONAGUA, en Fonatur; en el fallido INSABI, y en la controvertida oficina para: “Recuperar lo robado al Pueblo”; pero, sobre todo, la información vertida, señala que los puestos generalmente están relacionados con el manejo administrativo de los recursos financieros de las instituciones, es decir donde se “maneja la lana”.
El reportaje tiene relevancia por el hecho de que por primera vez se esté ventilando la posibilidad de denunciar sin lugar a dudas, actos de corrupción atribuidos al grupo -hasta ahora- intocable de los hermanos López Beltrán, la casta brahmánica morenista muy temida en los círculos de poder guinda.
En el trabajo periodístico de Contra Línea quien destapa lo que se vislumbra por la forma del documento publicado, el señalamiento de la evidencia de una deshonestidad arraigada de parte de un grupo de interés ventajoso y aprovechado de la influencia de los hijos de Obrador, o comandados por ellos, como se interpreta, no es un ciudadano de a pie, que lamentablemente no tendría repercusión en México, solo en otros lugares, donde el estado de derecho si es vigente; lo que subraya Vadillo el escritor, es la característica singular en la que afirma que directamente el magnate Carlos Slim se lo planteó a la presidenta Sheibaum quien se comprometió a realizar una investigación de fondo.
La suerte está echada. Vamos a ver…
Y es la personalidad del potentado lo que tiene significado y trasciende, porque para nadie es un secreto que el arribo de López Obrador, no hubiera sido posible sin el apoyo permanente de Slim, enfatizando en el terreno de avalar al macuspano ante la oligarquía, que por cierto en su régimen gozó de extraordinarios ingresos de los que el propietario de Telmex y Carso, fue el más favorecido.
Su capitanía empresarial incomoda a otros que no tienen los hilos del poder político para amarrar a los burócratas en ascenso. Por eso lo critican los del premio nobel de Economía 2024, Daron Acemoglû, James A. Robinson y Simon Johnson quienes lo ejemplifican como un arquetipo del “capitalismo de cuates”. En este lance, la balanza de conveniencias mostró que Slim se deslindó, y la dupla Obrador-El Andy no están en el panorama de los cuates.
Pero Carlos Slim no tiene importancia únicamente como hombre adinerado, sino como un operador de altos vuelos políticos memorables, como en el 2006 cuando los hombres del dinero le torcieron el brazo a Felipe Calderón y le armaron un follón encuerdando a Obrador para que les entregara posiciones clave en el gabinete, que el michoacano influenciado en la idea popular de que los presidentes son todopoderosos, pensaba eran de su total decisión. La novatez casi le hace perder la presidencia; y como Obrador se sometió a la estrategia de cuestionar el triunfo del panista, los oligarcas tarde o temprano le pagarían el tongo.
Lo más importante del señor Slim es su capacidad para reproducir capital tecnológico y como consecuencia de ello, en el dominio de la inteligencia política que se apoya en ese esquema del que los últimos gobiernos prácticamente en treinta y cinco o cuarenta años han tenido que depender de sus redes. En ese rubro su brazo se extiende bajo los auspicios de los avances chinos, incluso contrariando a los ejes de poder tecnológico de Washington. Con todo, sus acciones en el New York Times pesan. Ayer en primera plana se denuncia la tragedia de Teuchitlán con una fotografía de una mujer con la fotografía de su hijo desaparecido destrozada por la impotencia.
El hecho, es que Carlos Slim después de que Porfirio Muñoz Ledo revelara públicamente que Obrador veía su alianza insoportable con el crimen como sumatoria de poder, se le percibió algo distante del ganso.
La nominación de Claudia Sheibaum para la presidencia se consideraba que no había sido del total agrado del magnate, sobre todo, personajes que dragoneaban cercanía o identificación de origen sirio libanés como el médico sin cédula profesional, Alfredo Jalife Ramhe Barrios, auto declarado experto en geopolítica, materia por medio de la que esconde su profesión de fe protomarxista y la que usa como tapadera de la propaganda antisemita, aunque haga un enredo que ni el mismo entiende sobre el tema; expresaba su rechazo y desprecio a la entonces jefa de Gobierno de la Ciudad de México, en cuanto tenía cualquier oportunidad de denostación.
Por eso al destacarse en la publicación comentada que Slim se dirigió a su “amiga” Sheibaum sobre un tema que es un parteaguas, muestra una línea definida en la que los intereses del sujeto de Palenque y su prole, en serio ya no cuentan con su ala protectora. Podríamos pensar que se pasaron de tueste, pero también comprenderíamos que los hilos de poder transexenal que daban por seguro, se les ha escapado de las manos.
No es de descartarse que la negativa -como se interpreta- de Obrador para no despedir sino mantener a Zoé Robledo al frente del IMSS, contra la voluntad de Sheibaum, no son hechos aislados sino una guerra a tambor batiente, en la que palmo a palmo se lucha: el caudillo por seguir manipulando sus marionetas y la presidenta para que le dejen actuar en el puesto que tiene. De poco ya sirven las loas al pretendido líder maximus, la marea va subiendo y se le van acumulando sus naipes al peje lagarto, de los castillos que ya se le desmoronaron.
Los errores se le acumulan al demagogo, y la línea de combate tanto en el ataque binacional al narco como en los estados, donde se evidencia que la mano negra de la cohorte obradorista pierde terreno muestra la fisura profunda de la 4T.
Lo de acercarle el fuego al Andy, para Obrador, es perturbador.
