Francisco Garfias.
Llevan seis años, tres meses, y quince días en el poder y siguen hablando de Genaro García Luna y de Felipe Calderón para justificar su ineficacia en la lucha contra el crimen organizado.
Peor: ahora sabemos de la existencia del campos de exterminio en Teuchitlán, Jalisco, y Reynosa, Tamaulipas.
Sería injusto no reconocer que Claudia Sheinbaum ha hecho más en los cuatro meses y medio que lleva en Palacio Nacional que AMLO en los 5 años y 10 meses que duró su gobierno.
El análisis estaría incompleto si no incluimos las presiones arancelarias de Trump, que han obligado al gobierno mexicano a apretar en el combate al crimen organizado y el control de los flujos migratorios.
Un punto negativo para las autoridades es que ni el Ejército, ni la Guardia Nacional, ni las policías estatales o municipales, hicieron público el macabro hallazgo.
Fueron ciudadanas y ciudadanos como Guerreros Buscadores, en Jalisco; o Amor por los Desaparecidos, en Tamaulipas, los que dieron a conocer la existencia de los campos de exterminio.
Las imágenes son espeluznantes. Montones de zapatos, mochilas, ropa, fotografías, una libreta con una lista de apodos de personas…
En el comunicado que dio a conocer el nueve de marzo pasado, la Fiscalía estatal reconoce que el rancho Izaguirre fue asegurado en septiembre pasado, y que se encontraron armas, chalecos, indicios balísticos, así como lotes de restos óseos calcinados.
Vuelvo a preguntar: ¿Por qué no se hizo nada? ¿Pudo más el miedo que el sentido del deber? ¿Hubo complicidad? Los tres niveles de gobierno tienen responsabilidad. El crimen organizado es delito federal.
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Hay una polémica sobre si encontraron o no hornos crematorios en el Rancho Izaguirre. La presidenta Claudia Sheinbaum pidió esperar hasta que haya “evidencia científica” para pronunciarse.
Se apresuró a disculpar a AMLO, su predecesor en el cargo. Dijo en la mañanera:
“Ayer vi que narcopresidente AMLO, ya déjenlo en paz. Todo otra vez contra el presidente López Obrador, cuando quien tenía resguardado el predio era la fiscalía estatal.”
Y otra vez la cantaleta: “Ya se les olvidó García Luna, ya se les olvidó la guerra contra el narco, ya se les olvidó Felipe Calderón. El único detenido de un gobierno, funcionario público, es García Luna”.
La CNDH de Rosario Piedra Ibarra tardó nueve días pronunciarse sobre el rancho. Acusó las “graves omisiones” de las autoridades municipal y estatal de Jalisco, pero nada dijo del gobierno federal. ¡Faltaba más!
Rechazó, eso sí, las comparaciones que se hacen del hallazgo en Jalisco con los campos de exterminio nazis.
“Poco tienen en común, salvo que en ambos casos es preponderante la deshumanización de los perpetradores para exterminar a seres humanos”, remata el comunicado.
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Interesantes las reflexiones que hace Tony Garza, ex embajador de Estados Unidos (2002- 2009), en el artículo “Aranceles, Tiranos y Trump” que subió a sus redes sociales.
Advierte que a pesar de la pausa de un mes, es probable que la disputa arancelaria esté lejos de terminar.
Y previene:
“Si todos los aranceles potenciales entran en vigor, el impacto económico alcanzará los 2.2 billones de dólares en mercancías y probablemente tendrá consecuencias macroeconómicas globales…
“…Esta incertidumbre podría ser devastadora para las tres naciones norteamericanas, ya que se espera que el PIB de México y Canadá disminuya entre un 2 % y un 5 %.”
En cuanto a los Estados Unidos, dice que el impacto de estos aranceles ya se caracteriza como ”la caída de Trump.”
“Los efectos de estos aranceles (y de posibles aranceles futuros) ya se están sintiendo, con el desplome de las acciones en las últimas semanas. El índice Dow Jones cayó casi 900 puntos sólo el lunes”, puntualiza.
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Nos cuentan que el rector de la UNAM, Leonardo Lomelí, anda bien y de buenas. ¿Motivo? La presidenta Sheinbaum hizo un púbico reconocimiento a su plan de racionalidad presupuestal.
¿En qué consiste ese plan?
–No se autoriza la creación de plazas laborales, con excepción de las estrictamente necesarias para nuevos proyectos académicos y estratégicos.
–Las remodelaciones únicamente serán autorizadas en aulas, laboratorios y espacios donde se realicen actividades académicas y de investigación.
–Los funcionarios universitarios, particularmente los adscritos a la Rectoría, no recibirán incrementos en sus percepciones salariales.
–Los viajes al extranjero y al interior del país serán reducidos al mínimo.
–Se reducen 30 por ciento las partidas presupuestales de viáticos para el personal; pasajes aéreos, así como gastos por reuniones de trabajo y combustibles.
–Se prohíbe la contratación de nuevas líneas de telefonía, con excepción de las destinadas a entidades o dependencias de nueva creación o proyectos prioritarios.
Lo recursos de la UNAM se orientarán hacia la docencia, la investigación y la difusión de la ciencia, la cultura y las humanidades.
FIN.