Ricardo Rubio*.
Como legislador comprometido con el reconocimiento y la dignidad de los profesionales con trayectoria, he presentado una iniciativa para exentar del pago de examen de certificación a los valuadores mayores de 60 años en la Ciudad de México. Esta propuesta responde a una realidad innegable: la experiencia y el conocimiento acumulado a lo largo de los años deben ser valorados y no convertirse en una barrera para continuar ejerciendo una profesión con altos estándares de calidad.
En el sector inmobiliario, la labor de los valuadores es fundamental para la certeza jurídica y financiera de numerosas operaciones. Sin embargo, actualmente, los profesionales deben someterse a exámenes teóricos y prácticos para demostrar su capacidad, sin tomar en cuenta su trayectoria y años de ejercicio. Esto representa un obstáculo innecesario para quienes han dedicado su vida a la valuación inmobiliaria, enfrentando cambios en el mercado, adaptándose a nuevas normativas y perfeccionando su capacidad de análisis. No tiene sentido que estos expertos sigan pagando por demostrar lo que ya han probado con décadas de trabajo.
La iniciativa que presenté busca reformar el artículo 22 del Código Fiscal de la Ciudad de México para que los valuadores mayores de 60 años queden exentos del pago de este examen. Esto no significa una disminución en la calidad del servicio que ofrecen, sino el reconocimiento a su experiencia y compromiso con su profesión. En muchas ocasiones, estos profesionales han sido mentores de nuevas generaciones de valuadores, transmitiendo conocimientos que no se encuentran en los libros ni en las aulas.
Además, la iniciativa tiene un trasfondo social importante: garantizar que las personas con una amplia trayectoria en su profesión puedan seguir ejerciendo sin obstáculos burocráticos que les dificulten mantenerse activos en el mercado laboral. La edad no debe ser un factor de discriminación ni un impedimento para quienes siguen contribuyendo con su conocimiento y habilidades a la economía de la ciudad.
Es momento de que las normativas se adapten a las realidades del mercado y del ejercicio profesional. Los valuadores no solo ofrecen su pericia en cada dictamen que emiten, sino que aportan a la estabilidad y confianza en las operaciones inmobiliarias. Mi iniciativa no elimina requisitos de calidad, sino que reconoce que la experiencia también es una forma válida y legítima de acreditar conocimientos. Se trata de un acto de justicia para quienes han demostrado su capacidad con años de trabajo responsable.
Espero que esta propuesta sea bien recibida y respaldada, pues beneficia no solo a los valuadores, sino a toda la sociedad que requiere sus servicios. Seguiré impulsando reformas que eliminen trabas innecesarias y que reconozcan el valor del conocimiento adquirido con los años. La experiencia debe contar y ser reconocida en nuestras leyes.
* Diputado en el Congreso de la CDMX (PAN), III Legislatura.