México. -¿Cenotafio o monumento ? Conoce qué lo hace diferente y cuál es su significado de cada uno.
Este 23 de enero se reportó la explosión de un cenotafio en un centro comercial de Culiacán, Sinaloa.
Dicha pieza estaba dedicada a Édgar Guzmán, hijo de Joaquín El Chapo Guzmán, quien murió en un ataque armado el 8 de mayo de 2008.
Luego de darse a conocer el ataque al cenotafio, los usuarios en redes mostraron interés en el término y su significado e incluso aseguraron que eso era un monumento.
Por tal razón, acá te damos las diferencias que existe entre ambas palabras y su significado para que puedas distinguirlos.
El término cenotafio viene del griego kenotaphion y significa “tumba vacía”, explica la Enciclopedia Británica.
Se trata de una pieza arquitectónica conmemorativa que en ocasiones tiene forma de tumba, lápida o estela.
Y que está dedicada a una persona muerta que se encuentra enterrada en otro lugar; así, sirve como lugar de duelo.
Los cenotafios están creados para honrar la memoria de quienes murieron lejos o que sus restos no pudieron recuperarse por alguna circunstancia.
En ese sentido, el cenotafio se erige para:
- Soldados caídos
- Personas ilustres
- Víctimas de desastres
Hablemos ahora de los monumentos. Dicha palabra proviene del latin monumentum que significa “recuerdo” u “ofrenda votiva”.
Por monumento, dice el Diccionario de la legua española, se entiende una “obra pública y patente, en memoria de alguien o algo”.
Asimismo, en una de sus acepciones, monumento es una construcción que tiene un valor:
- Artístico
- Arqueológico
- Histórico
Los monumentos también son considerados como obra o documentos de gran valor para la historia y la documentación de cualquier hecho.
Aunque puedan parecer términos muy parecidos, cenotafio y monumento sí guardan una notable diferencia.
Principalmente, porque el cenotafio está pensado para personas muertas cuyo cadáver se encuentra lejos, y en el caso de los monumentos no.
Los monumentos suelen ser estructuras colosales con un carácter público más amplio al tener un valor artístico, antropológico y hasta arqueológico.
