Rubén Cortés.
El efecto en la 4T, con la declaración de grupos terroristas a los carteles de la droga mexicanos, está en que el populista Trump usa el mismo recurso de la 4T para dominar la conversación pública: la propaganda festiva, facilona, básica y elemental.
Sí, porque ahora se podrá llamar “grupo terrorista de Sinaloa”, “grupo terrorista Cártel Nueva Generación”, “el terrorista Chapo Guzmán”, el “terrorista Mayo Zambada”. Igual que es aceptado “grupo terrorista Hezbolá”. Eso es: cambia totalmente la retórica.
Pone el término de “terrorista” a los cárteles en la cancha del lenguaje político oficial de Morena. López Obrador llamaba “señor Guzmán” al Chapo, liberó en una ocasión a uno de sus hijos, y exigía respetar los derechos humanos de los narcos.
¿En la conversación nacional, verá Morena con sospecha la referencia de “terroristas” a los narcotraficantes? ¿Será “traición a la patria” llamar a los cárteles de la droga de la misma manera que lo hace el antimexicano gobierno de Estados Unidos?
El golpe propagandístico es fuerte: porque es una taza de su propio chocolate. Coloca en un aprieto político a un grupo dogmático como el de la 4T, que basa buena parte de su gestión gubernamental en el juego con las palabras y el coloreo de la realidad.
Con la declaración, agentes de la DEA operarán en México, aviones espías sobrevolarán México, congelarán cuentas de criminales, negarán visas y decomisarán activos. O sea, lo mismo que ocurre hace años, en colaboración con los gobiernos mexicanos.
Para escribirlo en el leguaje de la 4T: “en términos reales” todo sigue igual. ¿No acaban de llevarse al Mayo Zambada? Nadie sabe si, por asuntos de seguridad nacional, es que México no acepta haber estado al tanto.
Quien mejor ha explicado el tema es Jorge G. Castañeda:
“Hay agentes de la DEA aquí todo el tiempo, hay gente metida en la Marina constantemente acompañando a los marinos a sus operativos, los aviones americanos llevan más de 25 años sobrevolando territorio mexicano. Todo esto ya sucede.
Si Estados Unidos le dice a México, quiero mandar un dron mañana, México dirá que sí. No hay ninguna necesidad de hacerlo como una invasión. Cualquier acción requerirá acuerdos con México. Siempre han existido acciones conjuntas, detención de capos”.
En lo que afecta realmente es en la imagen de México y su gobierno en el exterior: los medios internacionales se referirán a los grupos terroristas mexicanos, al igual que aquí nos referimos a los grupos terroristas de otros países.
Y, sobre todo en la opinión pública estadounidense, donde el ciudadano promedio, el que decide las votaciones, leerá y escuchará que hay terrorismo al sur de su país: será más fácil de manipular por la propaganda.
Escuchará sobre México, y pensará en terroristas.
