Por. Ah-Muán Iruegas
La juventud de los Estados Unidos fue víctima colateral del obradorismo. Durante el sexenio de López Obrador, desde el México de Morena llegó a USA fentanilo a costaladas. Y mató a miles de estadounidenses -grandes consumidores de narcóticos-.
Trump llega al poder este 20 de enero y tiene dos opciones, respecto al gobierno morenista de Claudia Sheinbaum, o trabaja con ella o trabaja contra ella.
Marco Rubio dejó una puerta abierta a la moderación con México. La presidenta ya dijo que quiere cooperar con el trumpismo. Pero falta ver si Trump acepta la oferta. Sus amenazas expansionistas y su equipo intervencionista no dan pie a la tranquilidad, ni de México ni del mundo.
La DEA ya anteriormente ha filtrado vínculos de Morena con el narco, desde la campaña obradorista de 2006. La presidenta Claudia también ha sido acusada de narco, cuando fue jefa de gobierno, por permitir el trasiego de droga por el Aeropuerto Internacional Benito Juárez.
Ahora bien, suponiendo que Claudia no sea narco, de todas formas tiene que probar que los morenistas Evelyn Salgado, gobernadora de Guerrero, casada con su novio de familia narca, y el exgobernador de Morelos, Cuauhtemoc Blanco, “no manchan su plumaje”. Que el gobernador morenista de Sinaloa no es narco, a pesar de que ya lo incriminó el señor “Mayo “Zambada. Que el jefe legislador morenista Adán Augusto López no es narco, a pesar de que el actual gobernador tabasqueño Javier May ya lo acusó de vínculos con la delincuencia organizada.
Y que personajes menores como Norma Otilia, ex mandamás morenista de Chilpancingo, tampoco es narco (a), a pesar de que fue fotografiada con narcos.
Pero un punto más comprometedor, es saber si Andy, el junior de AMLO y dirigente de Morena, es o no narco. Ha sido acusado de haber recibido una tarjeta de crédito por parte del narco, por la periodista Anabel Hernández.
Ninguno de estos “narco-humanistas” del partido oficial, han sido investigado por las fiscalías mexicanas. Lo cual da aun más bases a la sospecha de que en Morena hay narcotraficantes.
También tiene que aclarar la presidenta, por qué fue a dar el respaldo al gobernador de Sinaloa, cuando “Don Mayo” Zambada lo denunció. ¿Le debe algo Claudia al narcogobernador de Sinaloa? ¿Rocha Moya le dio o consiguió dinero del narco a la Sheinbaum, para pagar su campaña presidencial?
Si Marco Rubio se consolida como el “policía bueno de Trump”, pudiera colaborar con Claudia para cazar narcos en México. El problema es que va a terminar cazando a “miembros distinguidos de Morena”, si en verdad quiere combatir al narcotráfico.
Pero Rubio también puede recordar que Claudia está del lado de la Cuba comunista y las dictaduras de Venezuela y Nicaragua. Ni siquiera izquierdistas genuinos como Lula y Gabriel Boric dieron el respaldo de Brasil y Chile a Nicolás Maduro.
Rubio no va a tolerar el prototalitarismo de Claudia. Sobre todo cuando sus pajes hablan con términos marxistas -reliquias del siglo XX-. Lo mejor que pueden hacer los marxistas de Claudia, es cerrar el pico. Pues si no lo hacen, Trump los puede borrar del mapa de nuestra república, sin siquiera despeinarse.
El mundo está girando hacia la ultra derecha con la llegada de Trump. México está a punto de ser agredido por el gobierno racista de los Estados Unidos. Y nosotros los mexicanos tenemos que preocuparnos de cómo esconder a los narcos de Morena, para que no nos invadan.
Por culpa de la política cretina de AMLO de “Abrazos no balazos”, por no detener el tráfico de fentanilo, por saludar a las madres y liberar a los hijos del narco, ahora Trump y amigos quieren bombardear -supuestamente- “solo” narcos mexicanos.
La política de Morena de “Abrazos no balazos” equivale a una traición contra nuestro país. Morena traicionó a México al solapar al narcotráfico.
