Nuevo León.- El Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire, liderado por Selene Martínez, reveló esta semana que los niveles de contaminación por partículas PM2.5 en Nuevo León alcanzaron en 2024 su nivel más alto de los últimos cinco años. Según el informe, este aumento afecta principalmente a los municipios que reciben mayoritariamente las emisiones de la Refinería de Cadereyta, un problema que fue confirmado por la Secretaría de Medio Ambiente estatal, encabezada por Alfonso Martínez Muñoz.
Los municipios de Cadereyta, Juárez, Escobedo y San Nicolás registraron las concentraciones más altas de PM2.5, superando considerablemente el límite anual establecido por la Norma de Salud mexicana, que es de 10 microgramos por metro cúbico. La Secretaría reportó un promedio anual de 21.57 microgramos por metro cúbico, el más elevado desde 2020.
“Un factor adicional que debe tomarse en cuenta es que hubo un incremento en la refinación diaria de barriles, comparado con el año 2023, y hay una relación lineal entre el incremento en la producción y el aumento en la contaminación”, explicó Martínez Muñoz.
La contaminación por PM2.5 representa una de las amenazas más graves para la salud. Estas partículas diminutas pueden flotar en el aire durante horas o días, penetrar profundamente en los pulmones y entrar al torrente sanguíneo. Esto puede provocar daños severos, incluyendo enfermedades cardiovasculares, infartos, y cáncer pulmonar, según la Organización Mundial de la Salud.
Además, los efectos de la exposición prolongada a PM2.5 incluyen deterioro cognitivo, trastornos neurológicos, complicaciones en el embarazo, y envejecimiento prematuro. La Secretaría de Medio Ambiente advirtió sobre el impacto a largo plazo que estos niveles de contaminación podrían tener en la población de Nuevo León.
En 2024, la estación de monitoreo de Cadereyta registró el mayor incremento de contaminación, reafirmando el papel de la refinería como una de las principales fuentes de emisiones en la región. “No se debe escatimar ningún esfuerzo para tener funcionando al 100 por ciento los procesos anticontaminantes, más cuando se está incrementando la refinación”, subrayó Martínez Muñoz.
Ante esta situación, las autoridades estatales han solicitado una reunión con Pemex a través de la Semarnat para evaluar las acciones de la empresa en materia de control de emisiones. También insisten en la incorporación de la refinería al Programa Integral de Gestión de Calidad del Aire (Pigeca) como una medida urgente para mitigar el impacto ambiental.
Redacción
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