Rubén Cortés.
Hirieron a balazos a Gabriela, hermana de María Luisa Albores, directora de Segalmex, en un asalto a las oficinas de la cooperativa Tosepantomin, en Cuetzalan, Puebla. Y fue justo un día después de que la funcionaria visitara la cooperativa.
Llama la atención que las autoridades no hayan dado mayor información sobre el caso, más que la captura de un asaltante: vamos, se trata de la hermana de una integrante del gabinete de la presidenta Sheinbaum. Y los Albores son una familia de influencia en Puebla.
En el contexto del ataque a la oficina frecuentada por Gabriela, está la violencia política de una región convulsa como la sierra de Puebla, donde se ubica la cooperativa Tosepantomin, en la que ella impone un papel protagónico contra liderazgos históricos.
La familia de la directora de Segalmex tiene un antiguo vínculo de poder en las cooperativas de la región: la propia María Luisa Albores forma parte de La Unión de Cooperativas Tosepan, coordinando la producción orgánica de la Cooperativa Tosepan Titataniske.
Y decidió empezar en Puebla un programa para que Segalmex compre miel, azúcar y café a las cooperativas. El plan es vender esos productos en las Tiendas del Bienestar para “promover justicia social y ambiental en las comunidades mayas apicultoras”.
Pero no es casualidad que lo haya iniciado en Puebla, que no es sólo su tierra, sino el estado donde construye su candidatura para ser gobernadora en 2030. Tampoco es aleatorio que los Albores de Puebla se interesen en una cooperativa mielera.
Porque la cooperativa Tosepantomin está dedicada a la miel, un producto por el cual vive ilusionada la directora de Segalmex: en 2011 logró que Cuetzalan fuera nombrado Santuario de la abeja Pisilnekmej, que es la abeja Scaptotrigona mexicana.
El plan de Segalmex es tomar el control del mayor número de cooperativas, lo que llevaría al manejo de productos básicos sin control oficial, involucrando organizaciones campesinas afines a la 4T, que se convertirán en intermediarias.
Pero el mando en las cooperativas no solo será operativo y económico: será también político, para dominar el sector campesino, en el cual Morena no completa todavía el control de manera organizada, como llegó a tener el viejo PRI.
Con López Obrador, el negocio en Segalmex estaba donde se registró el desfalco: en el abasto a familias con menos recursos de carne, azúcar, maíz y garrafones de agua purificada. Con el actual gobierno, el tema parece estar en las cooperativas rurales.
Este mes, más de 24 mil tiendas de Segalmex venderán lo producido en las cooperativas como Tosepantomin, donde la hermana de la directora de Segalmex resultó baleada, y donde la víctima impone un papel protagónico contra liderazgos históricos.
A muchos, pareció intencional el asalto a la oficina.
