Raúl Flores Martínez.
El gobierno federal ha lanzado la campaña “Aléjate de las Drogas, el Fentanilo te Mata”, una estrategia que involucra a 12 dependencias gubernamentales con el objetivo de prevenir adicciones y atender a quienes las padecen.
Aunque los pilares de prevención y atención son fundamentales, esta iniciativa peca de superficialidad al abordar un problema que requiere un enfoque más profundo y estructurado.
El componente de prevención se enfoca en la educación secundaria y media superior, donde se busca informar a 11.8 millones de estudiantes sobre los riesgos del consumo de drogas. Si bien la información es clave, la campaña no contempla la implementación de programas integrales que aborden las causas profundas de las adicciones, como la pobreza, la desintegración familiar y la falta de oportunidades.
Además, educar a los estudiantes sin considerar su contexto socioeconómico y las presiones externas que enfrentan, como la violencia o la falta de apoyo emocional, resulta insuficiente. Se requiere un enfoque holístico que incluya apoyo psicológico, espacios seguros y actividades extracurriculares que fomenten el desarrollo personal.
La campaña también promete atención para quienes padecen adicciones. Sin embargo, el panorama actual del tratamiento en México es desalentador. A diferencia de los países desarrollados, donde el tratamiento es supervisado por un equipo multidisciplinario de médicos generales, psiquiatras, psicólogos, nutriólogos y enfermeras especializadas, en México predominan centros de rehabilitación que carecen de recursos adecuados.
Los costos del tratamiento fluctúan entre 15 y 20 mil pesos, una cifra inalcanzable para la mayoría de las familias mexicanas. Aunque existen centros que aseguran ofrecer servicios gratuitos, muchos de estos carecen de los estándares básicos de calidad. En algunos casos, se reporta que los alimentos provienen de desechos de mercados y que las instalaciones no cumplen con condiciones dignas.
De acuerdo con diversos especialistas en tratamiento contra adicciones para que esta campaña tenga un impacto significativo, es fundamental: Crear Centros de Tratamiento Accesibles y de Calidad: El gobierno debe invertir en centros que ofrezcan tratamientos multidisciplinarios a costos accesibles o subsidiados.
Fortalecer la Prevención Integral: La información en las escuelas debe complementarse con programas de apoyo emocional, actividades recreativas y talleres para padres. Garantizar la Supervisión y Regulación de Centros de Rehabilitación: Es necesario establecer normativas estrictas que aseguren la calidad y dignidad de los servicios ofrecidos. Apostar por Políticas Sociales: Abordar las causas estructurales de las adicciones, como la desigualdad, la falta de empleo y la violencia, debe ser una prioridad.
La lucha contra el fentanilo y otras drogas no puede limitarse a una campaña publicitaria. Se requiere un compromiso genuino y recursos adecuados para enfrentar un problema que, de no atenderse correctamente, seguirá cobrando vidas y perpetuando la crisis de salud pública en el país.