Brasilia.- El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, llega este 1 de enero al ecuador de su tercer mandato sin mayores conflictos internos, pero con su apuesta por la integración en vilo con la vuelta de Donald Trump y sus discrepancias con el mandatario argentino Javier Milei.
En los dos años que lleva de su tercer mandato, Lula ha pacificado la política interna tras las turbulencias generadas por su antecesor, el ultraderechista Jair Bolsonaro, y ha encaminado la economía del país, pese a la desconfianza del mercado en su política fiscal y una fuerte devaluación del real.
Todas las previsiones apuntan a que Brasil terminará 2024 con un crecimiento económico del 3,4 %, tras el 3,2 % de 2023, con la inflación algo acelerada y en torno al 4,9 %, pero con el desempleo en mínimos históricos del 6,1 %, fuertes compromisos de inversiones y una importante reducción de la pobreza.
EFE