Carlos J. Pérez García.
Podemos ver el año que concluye como el corolario de un sexenio desastroso para México en casi todas las áreas importantes. Así lo resumo y analizo hoy, con la idea de derivar la próxima semana algunas proyecciones hacia el 2025 que será todavía más complicado. Resalta aquí, fíjense, la contundencia de los puntos que confirman los peores pronósticos.
I. En 2024 se reconfirmaron numerosos errores y fracasos que se vuelven desastres financieros: la cancelación del NAIM en Texcoco (dizque sustituido por el AIFA), el Insabi para otorgar salud universal, la refinería de Dos Bocas, el Tren Maya, Segalmex, las empresas Gas Bienestar y Litio Mex, la línea aérea Mexicana o el abasto de medicamentos (incluida la Megafarmacia). Además, para allá tienden el IMSS Bienestar, la Guardia Nacional y la constructora del Infonavit.
II. Este año también se han demostrado demasiadas mentiras o tonterías como “el pueblo manda”, “primero los pobres”, “abrazos, no balazos”, “estamos atendiendo las causas”, “austeridad republicana”, “Pemex es de todos los mexicanos”, “sin maíz no hay país” y tantos otros eslóganes baratos. Son frases simplonas que en nada contribuyen a solucionar los graves problemas e incluso tienden a agravarlos.
III. Ya podemos decir que el sexenio 2018-24 es el de más corrupción en la historia, con impunidad generalizada y sin la transparencia que se había construido a lo largo de dos décadas. La erradicación de la deshonestidad ha sido otra farsa: un gran fracaso, sin los auténticos culpables ni recuperaciones de enormes cantidades de dinero en escándalos como los del Insabi o Segalmex o los costosos proyectos de infraestructura. Ahora hasta se elimina la obligación de informar sobre el descontrolado huachicol, que supuestamente ya había desaparecido.
IV. El año igual trajo la culminación de una costosísima elección de Estado y, a partir de allí, los agandalles complementarios (con notorios cómplices y traidores en busca de chamba o impunidad) que han facilitado golpes mortales a la democracia y la búsqueda de justicia, los cuales afectan sobremanera a la sociedad y requerirán muchos años para su rectificación. Las esperanzas de cambio se han diluido en los primeros meses del gobierno de una dama muy tonta (pendeja, insisten en las redes) o que acaso sólo sigue instrucciones.
V. En cuanto a seguridad la población sufre ya las desgracias que se derivan de políticas equivocadas y complicidades con el crimen organizado, a la vez que en política exterior son desalentadoras la confirmación de un acercamiento a tiranías que se consideran “progresistas” y la falta de entendimiento con Estados Unidos y Europa. Aquí también se aprecia una caquistocracia: el gobierno de los más incompetentes y más cínicos.
VI. Trump muestra que nuestro país se ha vuelto mucho más vulnerable al desbordarse el narcotráfico y la migración ilegal con la anuencia del obradorismo. Frente a las amenazas de aranceles y deportaciones masivas, el morenismo pide unidad a la población tras haber promovido división estos 6 años. Incluso apela al patriotismo ante la Ley “Patriot” que fue promulgada tras el ataque a las torres gemelas, para perseguir por todo el mundo a terroristas que afecten a Estados Unidos. Acá, nuestra presidenta dice que “el 99% de los mexicanos” se opone a una intervención contra los cárteles, pero las encuestas serias apuntan que el 50% no está de acuerdo en que EUA ayude al gobierno federal a combatir la inseguridad y el 46% sí lo está. Con todo, muchos nunca aceptaremos una invasión y se cuenta con alternativas de alta tecnología e inteligencia militar para abatir ese tráfico.
VII. Las tendencias negativas se han fortalecido en lugar de que se atenúen o corrijan. Cada año empeoran muchos renglones y nunca se reconocen los múltiples errores. Miren, así como Peña nos heredó a López Obrador, tal vez lo peor de éste sería habernos dejado a Sheinbaum, lo de Biden haber revivido a Trump y, de manera trágica, lo del 2024 llevarnos al aciago 2025.
* AMABLES LECTORES, LECTORAS, ANTES en la primera columna semanal del año presentaba yo una quiniela de lo que podría suceder en ese período, y la última semana ofrecía la evaluación de los aciertos y errores. Ya que hemos revisado hoy una selección de las tragedias del 2024, el próximo sábado plantearé diversas previsiones para el 2025 con varios “cisnes negros” de especial interés… que resultan improbables, pero no imposibles. [email protected]
(@cpgarcieral
* AMABLES LECTORES, LECTORAS, ANTES en la primera columna semanal del año presentaba yo una quiniela de lo que podría suceder en ese período, y la última semana ofrecía la evaluación de los aciertos y errores. Ya que hemos revisado hoy una selección de las tragedias del 2024, el próximo sábado plantearé diversas previsiones para el 2025 con varios “cisnes negros” de especial interés… que resultan improbables, pero no imposibles.
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