Buenos Aires.- Javier Milei, el economista que irrumpió en la política argentina con un discurso incendiario y una actitud irreverente, ha avanzado en 2024 en su ofensiva contra el Estado y se ha convertido en una figura emblemática de la ultraderecha regional e, incluso, global.
De 54 años y natural del barrio porteño de Palermo, Milei tuvo un ascenso meteórico en la política argentina gracias a sus estrambóticas apariciones televisivas, en las que se presentaba como un ruidoso y combativo economista libertario.
Su irrupción estuvo marcada por un rechazo visceral a la «casta política», un término que utiliza recurrentemente para descalificar a los actores de la política tradicional, aunque lo ha amoldado con el tiempo según su adversario de turno.
Uno de los focos principales de la gestión de Milei ha sido la política internacional, con más de una decena de viajes al exterior en los que se dedicó a tejer una red de alianzas con líderes ultraderechistas.
Más allá de su alineamiento incondicional con Israel y Estados Unidos, que ha respetado a rajatabla durante este año, el presidente argentino ha asistido a numerosas cumbres impulsadas por organizaciones o líderes conservadores y hasta albergó una edición de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) en Buenos Aires.
En ese encuentro repitió algunas de las advertencias que había lanzado en Davos y en la ONU sobre el avance del socialismo y los peligros a los que hace frente Occidente, y abogó por una «internacional derechista» con Argentina como «faro para el mundo» junto a gobiernos como los de Nayib Bukele en El Salvador y Donald Trump en Estados Unidos.
EFE