Alejandro Rodríguez Cortés*.
Me acabo de pensionar, y al hacerlo recibí una buena cantidad de recursos que tenía en mi cuenta INFONAVIT, acumulados a lo largo de 40 años de trabajo y que ahora dispongo en la etapa final de mi vida.
No puedo ni imaginar lo que significaría que ese dinero, mío, se hubiera perdido por haberse malutilizado por este desastroso gobierno, que lo mismo dilapida recursos en obras inútiles que regala cientos de miles de pesos como una forma de coptar voluntades disfrazada de política social.
Bueno, pues en un clásico y penoso “sabadazo”, el último día hábil del año en el Senado, fue aprobada una iniciativa de ley para modificar los estatutos legales de ese Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores, que es un descarado asalto en despoblado para que la mal llamada Cuarta Transformación disponga de los millonarios recursos ahí resguardados mismos que, debo insistir y como su nombre lo indica, son propiedad de los trabajadores mexicanos.
La reforma al INFONAVIT establece cambios profundos en su estructura y operación. Lo más relevante y ominoso es quitarle su condición tripartita, en la que las decisiones eran tomadas no sólo por el gobierno, sino por representantes de empresarios y de los propios trabajadores.
Al aprobarse las modificaciones, lo que ocurrió fácilmente con la escandalosa e ilegal mayoría morenista, el incapaz Octavio Romero Oropeza -sí, el mismo que acabó de quebrar Pemex- tendrá la posibilidad de hacer lo mismo con esa institución tan icónica.
Es obvia la intención gubernamental de disponer de recursos para mantener su irracional política económica y social, que ya desvalijó todos los fondos de reservas fiscales y los fideicomisos públicos que tenían fines específicos.
En el caso del INFONAVIT, el pretexto es cumplir con su nuevo mandato de construir vivienda social, destinado a ser un fracaso más. Como el AIFA, la Refinería de Dos Bocas, el Tren Maya o el INSABI, por mencionar sólo los principales desatinos y corruptelas de la 4T.
El control gubernamental del Instituto y el uso discrecional de recursos ahí depositados es una locura más del desastre que México sufre hace 6 años. Ahora se trata de permitir que el INFONAVIT adquiera terrenos, construyan casas y participen en proyectos con entidades públicas y privadas, utilizando para ello los ahorros de los trabajadores.
Ya destruyeron al Poder Judicial y desaparecieron los organismos autónomos. Ya colonizaron el INE y el Banco de México. Ya intentaron, afortunadamente sin éxito, nacionalizar los recursos billonarios resguardados en las Afores.
Ahora toman por asalto al INFONAVIT, y lo hacen como los más ruines delincuentes: en lo oscurito y en los últimos días del año, cuando todos piensan ya en las festividades navideñas.
El dinero del fondo de vivienda para los trabajadores se dilapidará también. Y una vez que eso suceda, ¿intentarán de nuevo ir por las Afores?
Vamos de mal en peor, en serio.
*Periodista, comunicador y publirrelacionista
@AlexRdgz
ESTA COLUMNA VOLVERÁ A PUBLICARSE EL 6 DE ENERO DE 2025. LES DESEO UNA FELIZ NAVIDAD.
