Jerusalén.- La Oficina del Primer Ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, reprochó este jueves que las investigaciones “políticas” dirigidas a su gabinete en los últimos meses, por los escándalos de filtración de documentos de inteligencia o intentos de alterar las actas del 7 de octubre, son “un golpe de Estado”.
Netanyahu respondió así a las acusaciones del que fuera jefe del servicio interior de inteligencia israelí (Shin Bet), Yoram Cohen, quien aseguró que el primer ministro pidió que se vigilara a personas implicadas en un proyecto “sensible” de defensa.
“El primer ministro buscó proteger un secreto de Estado vital, aceptó las recomendaciones del estamento jurídico, actuó acorde a la ley y no violó los derechos de nadie”, según un comunicado de su Gabinete, que no negó las acusaciones de Cohen en ningún momento.
EFE