Por. Ah-Muán Iruegas
La incapacidad de la oposición partidista mexicana para enfrentar al autoritarismo premoderno de Morena y sus aliados en la liquidación de los órganos autónomos de la era neoliberal, se añade la tendencia general de que dicha oposición no ha podido detener la ola de reformas constitucionales, incluyendo la nociva reforma al Poder Judicial oficialista.
Con exotismo, Gerardo Fernández Noroña se presenta como “benefactor de la humanidad” por la elección universal de jueces que aprobó Morena. Su risible discurso no es exportable ni presentable en la sociedad internacional. En Harvard se burlan de semejante aberración jurídica -que no política.
La comunidad internacional no puede aceptar al mexican curios del Senado mexicano y su grotesco discurso, que es el oficialista. Las curiosas afirmaciones del líder senatorial mexicano, pueden despertar alguna sonrisa en el mundo. Pero jamás será aceptado en la sociedad internacional. Morena no es aceptable en el mundo civilizado. Son gente atrasada que aceptan un modelo político de segunda categoría: la Cuarta Transformación.
Morena y el obradorismo están siendo convertidos en “descastados” o parias en Norteamérica y en Occidente en general. Los gobiernos, las ONGs, la prensa y los “think tanks” ya consideran a México otro país latinoamericano poco confiable. Como la cauda de proyectos caudillistas, estatistas y similares de la saga latinoamericana.
Son inclusive ya varios los políticos canadienses que están proponiendo excluir a México del tratado comercial trilateral TMEC.
No le están comprado, ni en el gobierno canadiense ni en el “establishment” internacional al obradorismo su elemental discurso de que el presidencialismo y autoritarismo de Morena, son aceptables.
La incivilidad de los morenistas es patente. Su presidenta declara que no acatará lo que diga la Suprema Corte. En Morena tienen violadores entre sus próceres”, como Félix Salgado Macedonio y últimamente los “señores pederastas” Yunes. Se acusa de narcos al menos a los gobernadores morenistas de Sinaloa y Guerrero, así como a la familia Monreal e incluso a la propia Claudia Sheinbaum y su “actual jefe”, AMLO.
El proyecto morenista es acabar con la división de poderes y la democracia mexicana, y que el mundo los tolere y les deje pasar y hacer lo que sea con la República Mexicana. La cual, con el claudismo está pareciendo una republiqueta bananera de nuestra hermana Centroamérica.
Pero el mundo, en especial Norteamérica, no parece dispuesta a soportar un México autoritario.
Lo que no parecen tolerar los países desarrollados, es la falta de Estado de Derecho que perfila Morena. Si van a poner a su “ejército de compadres” como jueces, los canadienses y los estadounidenses los van a sacar del TMEC.
Esto es algo que el obradorismo no puede aguantar sin agotarse. Pues si sacan a México del TMEC, el obradorismo se quedará a la larga, sin dinero para pagar sus becas y programas sociales clientelares.
La salida mexicana del TMEC modificaría el proyecto de desarrollo nacional que ha logrado convertir a México en una potencia exportadora. Este éxito mexicano es resultado directo del neoliberalismo y globalismo, que apuntaló por cierto Carlos Salinas de Gortari, bestia negra del obradorismo.
Un México sin exportaciones no es viable, pues nos convertiría en un nuevo fracaso latinoamericano como Cuba o Venezuela. Incapaces de producir ni siquiera lo que requieren sus poblaciónes
Pero las amenazas canadienses están teniendo efecto. Canadá está logrando domesticar a algunos obradoristas. Noroña tal vez no tenga remedio, pues parece creer en sus palabras… Pero Ricardo Monreal, otra especie exótica, parece percibir el olor de lo que viene con la agresión canadiense.
En el último momento, agregaron los monrealistas un artículo a las nuevas leyes que demolieron a los órganos autónomos. Y le da ciertas funciones de éstos a la nueva agencia de innovación digital. Pero nada de esto está funcionando en la sociedad internacional.
Ni las calificadoras, ni la prensa internacional, ni algunas ONG globales, ni importantes países como USA y Canadá están aceptando sin chistar al modelo morenista. Y todos ellos, se oponen al mismo, si bien de modo autónomo y sin coordinación.
Pero estos actores internacionales, son los únicos que están logrando modificar al menos algunos artículos de las reformas morenistas, netamente provincianas.
De ahí que pueda decirse que, la única oposición medianamente eficiente al obradorismo, es el agregado de actores internacionales que se están oponiendo y están castigando el proyecto estatista, autoritario, presidencialista y profundamente corrupto de Morena y Claudia Sheinbaum.