EEUU.- El futuro presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ya ha allanado el camino para materializar sus promesas de endurecer la política migratoria del país al elegir a personas vinculadas al supremacismo blanco y a polémicas políticas migratorias -como la separación de familias en la frontera sur- para su Gobierno.
Esta semana, el republicano eligió a dos de sus aliados y exfuncionarios durante su primer mandato (2017-2021) para moldear el futuro de las políticas migratorias y fronterizas del país: Tom Homan, exdirector interino del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), y Stephen Miller, anterior consejero en la Casa Blanca.
A la cabeza del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), por su parte, optó por un fichaje político, la gobernadora de Dakota del Sur, Kirsti Noem, sin experiencia en inmigración o seguridad nacional.
EFE