Por. Ah-Muán Iruegas
Mario Sergio Iruegas Evaristo, In Memoriam
La primera presidenta de México Claudia Sheinbaum, con menos de dos meses en el poder, ha entrado en un proceso de deterioro. Esta es una cuestión inédita en el siglo XXI mexicano. Los presidentes de este siglo se fortalecían progresivamente, para llegar a un clímax alrededor del quinto año y luego debilitarse.
Claudia inició su sexenio en cambio, extremadamente fuerte, pues se consideraba que tenía totalmente a su lado a las dos cámaras y luego tendría en su poder a la Suprema Corte y la judicatura en general.
Pero he aquí que, a dos meses, el Senado y la Cámara de Diputados no parecen responder a las necesidades de la señora presidenta. En cambio, parecieran estarse alineando en favor del expresidente López Obrador.
Desde la campaña presidencial de 2024 se dijo, incluso en este espacio, que se perfilaba una presidencia débil. Marcelo Ebrard la amagó con separarse del flanco morenista, fue atacada incluso por Sanjuana Martínez y por el periódico izquierdista La Jornada.
Además de los previsibles ataques de la derecha mexicana, la postulación de las “corcholatas” por el “destapador” Andrés Manuel López Obrador, desdibujaban la futura figura presidencial.
Pero lo que muestra el deterioro presidencial hoy y en mayor escala, es el nombramiento de Rosario Piedra Ibarra al frente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. La presidenta Claudia Sheinbaum tenía a su candidata Nayeli Ramírez, pero ésta fue derrotada… por los legisladores de Morena y sus rémoras PVEM y PT.
En la dirigencia de la CNDH quedó firme la señora Rosario Piedra, de quien manifestó reservas la propia organización Eureka que fundó su propia madre Rosario Ibarra de Piedra, luchadora histórica por los desaparecidos en México.
Antes, los desaparecidos eran desaparecidos políticos. Hoy, la mayoría de los desaparecidos lo son por obra de la delincuencia común. Aunque ya hay pruebas de desapariciones forzadas por parte y obra de “nuestras” autoridades.
Volviendo al deterioro creciente de Sheinbaum en las cámaras: los cuatro jinetes del “Apocalipsis de Claudia” tienen nombre y apellido. Se llaman Ricardo Monreal, Adán Augusto López, Gerardo Fernández Noroña y desde luego… Andrés Manuel López Obrador.
Estos cuatro personajes están dando un concierto. El director de la orquesta, AMLO, es el responsable que los otros tres “virtuosos” ocupen puestos clave como legisladores, y manipulen a todos los legisladores morenistas. Les tuercen el brazo, o los hipnotizan para que voten todo lo que a ellos mismos avergüenza. Pues no creo que los estén extorsionando con asuntos que les saben o que les pudieran investigar las fiscalías.
Se estima que fue AMLO quien echó abajo los votos por la candidata de Sheinbaum e impuso a Rosario Piedra a través de una operación política que hizo que los legisladores morenistas votaran a favor de la candidata del expresidente. Y no por la candidata de la actual presidenta.
Los ejecutores de la “supremacía presidencial” son Monreal, Adán Augusto y Noroña. Pero la correa transmisión entre ellos tres y AMLO es al parecer Alejandro Esquer, anterior secretario particular del expresidente.
Esquer fue filmado por las cámaras de un banco mientras se formaba varias veces en la fila para meter dinero en efectivo. Dinero para el fideicomiso ridículamente denominado “Por los demás”, que fundó AMLO para supuestamente apoyar a las víctimas del temblor del 19 de septiembre de 2017. Pero en el cual se blanqueaba dinero al menos por Esquer.
El protagonismo de Esquer, el quinto jinete de este Apocalipsis, debilita enormemente a la presidenta Sheinbaum. Pues las leyes no necesariamente se aprobarán, si lo pide o gestiona la presidenta, si no lo aprueba previamente el caudillo y lo gestiona Esquer.
Sombra del caudillo es lo que cubre hoy a Claudia Sheinbaum, y esto amenaza a México con un nuevo Maximato.
Pero esto es solo el primer capítulo del debilitamiento de la señora presidente. Que se vuelve incuestionable luego de las declaraciones “muy francas” del embajador estadounidense Ken Salazar. Y por si fuera poco, con el cuestionamiento de las calificadoras internacionales de deuda, sobre la confiabilidad financiera de México.
Con esto es suficiente, me parece, para sostener sin dudas que Claudia Sheinbaum se encuentra en un proceso de debilitamiento o deterioro, apenas al iniciar su sexenio. Si esto es así la pregunta sería ¿cuánto tiempo durará este deterioro?