Héctor Saúl Téllez*.
El gobierno federal, el autoproclamado “Segundo Piso de la Transformación” retomó la tarea que les encomendó el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador, extinguir a los órganos autónomos, aquellos que también son un contrapeso a los excesos del poder.
Este miércoles, seguramente, por la mayoría calificada artificial que tiene Morena y sus aliados parlamentarios, se aprobará el dictamen que propone la desaparición de siete órganos autónomos, me voy a referir en específico al Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales (INAI).
El INAI ha sido una valiosa herramienta para que las y los ciudadanos puedan acceder a información pública, a conocer cómo se gastan los recursos públicos que se obtienen de sus impuestos, y de esta manera fiscalizar al gobierno, al que, por cierto, más allá del discurso en los hechos le incomoda la transparencia.
A través de solicitudes de transparencia e intervención del INAI, se han conocido grandes casos de corrupción que incomodaron al ex inquilino de Palacio Nacional y que en hecho de revancha y venganza propuso su desaparición, así como la de otros seis órganos autónomos.
Por ello, los diputados del PAN votaremos en contra de este dictamen que representa un grave retroceso a la progresividad de los derechos humanos de la ciudadanía que tiene el derecho a conocer la información pública del gobierno y a que sus datos personales estén debidamente protegidos.
La iniciativa que Morena y sus aliados parlamentarios aprobarán y con la cual desaparecerán estos órganos autónomos se justifica con una farsa, con el argumento de que se realizaron parlamentos abiertos y se escucharon todas las voces. Nada más alejado de la realidad, fue una simulación.
Esta iniciativa, además, viola completamente tratados internacionales, viola la firma del Estado mexicano en las convenciones de carácter internacional, está terminando con la progresividad y la protección de derechos humanos, termina con los avances y las luchas ciudadanas ganadas en el ámbito legislativo para que existieran este tipo de órganos que son contrapeso y límite de la función del gobierno.
El desgastado discurso de que los órganos autónomos representan un enorme gasto al presupuesto público, es otra de las mentiras favoritas de los esbirros de la 4T, pues el INAI, el CONEVAL, el Instituto Federal de Telecomunicaciones, la COFECE, la Comisión Reguladora de Energía, la Comisión Nacional de Hidrocarburos y la MEJORED, tuvieron en conjunto este 2024 un monto de cinco mil 100 millones de pesos.
Por su parte, la Auditoría Superior de la Federación ha registrado observaciones por un monto de cinco mil 300 millones de pesos, bajo probable corrupción a las mega obras del ex presidente López Obrador en su desarrollo y ejecución.
En resumen, los órganos autónomos si funcionan y son un contrapeso fundamental para la administración pública federal; sin embargo, estamos ante un escenario de regresión en la que el gobierno pretende incorporar las actividades que desempeñan a distintas dependencias del gobierno federal, es decir, el gobierno regresará al tiempo en que era juez y parte.
*Diputado Federal (PAN), LXVI Legislatura.