Por. Rubén Cortés
El tema migratorio no será problema para el actual gobierno mexicano con el próximo de Estados Unidos. Claudia Sheinbaum mantiene la política migratoria que López Obrador negoció en 2019 con Donald Trump, la cual desplomó la migración a EU en 76%.
Esta política migratoria es la misma que anunció Macelo Ebrard, cuando como canciller la tramitó con el propio Trump en 2019. Y que luego anunció el Ebrard, a quienes aspirasen a cruzar el territorio mexicano a buscar una mejor vida en EU:
—Si quieres cruzar nuestro territorio, tienes que decir por qué vienes.
—Después de vamos a pedir que te registres, para ver si eres elegible a quedarte.
—Y probablemente lo que te vas a encontrar, es que te vamos a decir que no.
—Porque le vas a crear un problema a nuestro país.
Esta política ha registrado su plenitud justo al momento en que Donald Trump ganó las elecciones de hace una semana, para volver a ser presidente de EU. Esa planitud la anunció el viernes el actual canciller, Juan Ramón de la Fuente:
“La migración ilegal bajó un 76 por ciento. Hemos registrado un récord: de 12 mil detenciones en un día de 2023, ahora bajó a tres mil. Es un dato muy importante”.
Difícil que Trump critique la eficacia de la política migratoria del gobierno mexicano, denominada oficialmente “Modelo Humanitario de Movilidad”, que, de enero a octubre de este año, aumentó las aprehensiones en la frontera en 19 por ciento.
No: el asunto migratorio no será problema entre Sheinbaum y Trump. Más aún, Sheinbaum acogerá a los migrantes: les dará a los centroamericanos 50% de los empleos del país, y el otro 50% por ciento será los mexicanos.
El 22 de abril pasado, durante un acto la campaña presidencial en Comitán de Domínguez, Chiapas, Sheinbaum se comprometió a impulsar el desarrollo con un proceso de industrialización que permita ofrecer la mitad de los empleos a los migrantes.
Esta política de empleos a los migrantes que consigan permanecer en México, de muchas maneras fortalece el programa Quédate en Casa, que desde 2019 Trump le impuso a México, para devolver hacia acá a todos los deportados de Estados Unidos.
Además, la presidenta de México podrá tomar decisiones sin miramientos legales, pues con la reforma judicial aprobada por Morena, el Poder Ejecutivo queda libre de impedimentos constitucionales para actuar como lo desee.
La Jornada avisó el pasado sábado el sometimiento y la simulación que vienen en el tema migratorio: “La migración a EU se desplomó 76%. Récord de detenciones en México”. Ah, pero eso sí, agregó: “Dignidad y orgullo regirán la relación”.
Para eso quedó la izquierda mexicana: para llegar al poder y ser policía migratoria a EU.