Washington.- Tras una de las campañas más violentas de la historia de Estados Unidos, los 50 estados del país refuerzan los centros de votación para garantizar que las elecciones del 5 de noviembre tienen lugar de forma segura y proteger así la integridad física de funcionarios electorales y votantes ante la posibilidad de que haya episodios de violencia.
Centenares de equipos de seguridad, drones, francotiradores, cristales y chalecos antibalas y hasta un botón del pánico conectado con el número de emergencias se encargarán de velar por el correcto desarrollo de la jornada y permitir que todo el mundo pueda ejercer su derecho al voto.
El Departamento de Justicia enviará observadores electorales a 86 jurisdicciones en 27 estados, entre ellos los considerados clave. Estos comicios serán los que cuenten con el mayor número de observadores federales de la historia.
EFE