Raúl Flores Martínez.
Durante la última semana de octubre, Tepito, uno de los barrios más emblemáticos y peligrosos de la Ciudad de México, ha sido escenario de una alarmante serie de eventos violentos, todo esto a raíz de disputas internas y ajustes de cuentas de la organización criminal conocida como “La Unión Tepito”-
Entre los incidentes reportados, se destacan varios enfrentamientos armados, incendios y ataques con explosivos improvisados que han causado daños significativos y el desplazamiento de personas.
Según informes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, se ha registrado un incremento notable en la actividad de esta organización, cuyo control sobre la zona parece estar en disputa por conflictos internos y con otras bandas rivales.
Los enfrentamientos, en su mayoría, han ocurrido en plena luz del día, dejando claro que los criminales operan con una gran sensación de impunidad, una impunidad basada en la protección de algunos elementos de las corporaciones policiacas que pasan pasan su cuotas semanales.
Ante la escalada de violencia, la policía capitalina en coordinación con la Armada de México ha implementado operativos de seguridad en puntos clave y retenes en los accesos al barrio para intentar controlar la situación y reducir el flujo de armas y drogas que alimenta las actividades de la Unión Tepito.
Sin embargo, la eficacia de estas medidas ha sido cuestionada por muchos habitantes, quienes consideran que los operativos no han tenido un impacto suficiente para frenar la violencia que crece cada día en la colonia Morelos y el barrio de Tepito.
Algo que debe de llamar la atención es la falta de preparación de los mandos de la policía capitalina, quienes no hacen caso de las indicaciones de los que saben sobre operativos eficaces, la Armada de México.
Claro ejemplo es el silencio de los elementos de la Semar que con inteligencia naval ubican el objetivo, se desplazan y capturan. En cambio, la gran y flamante operatividad de la SSC, solo se basa en poner a decenas de policías en unidades y con sirena abierta a desfilar por las calles, una táctica que se utiliza para hacer que los delincuentes huyan de la madriguera y así no detener a los delincuentes.
No es un secreto que la violencia ha alterado la vida diaria en Tepito, escuelas y negocios han tenido que cerrar temporalmente en algunas zonas, y los residentes evitan salir a ciertas horas del día.
Además, la violencia en la última semana ha afectado el tradicional fervor de Halloween y Día de Muertos, dos fechas que usualmente se celebran con gran entusiasmo en el barrio.
La situación en Tepito exige una respuesta integral que no sólo se limita al despliegue de fuerza policial, sino que también incluye políticas sociales y de apoyo económico para los residentes. Expertos en seguridad y activistas locales señalan que, sin medidas de desarrollo y alternativas para los jóvenes, el ciclo de violencia continuará sin fin.