Francisco Garfias.
Después de calificar a Felipe Calderón de “cínico” y ponerlo en entredicho por manifestar que no sabía de la “doble vida” de Genaro García Luna, la presidenta Claudia Sheinbaum dijo que no abrirá una investigación contra el ex presidente.
“No, una investigación nosotros no. La presidenta no lo va a hacer… lo que me corresponde es un ejercicio de información, de transparencia ”, dijo en su mañanera del pueblo.
La presidenta acusa, pero no procede. Si tiene pruebas de que Felipe Calderón es cómplice de García Luna, su obligación es investigarlo. Lo demás, diría AMLO, es politiquería. ¿O no?
A la presidenta no le gustó que Calderón, en su cuenta de X, haya hecho un llamado a todas las fuerzas a combatir a la delincuencia organizada como él lo hizo.
“¿Cómo que como tú lo hiciste si pusiste al frente de eso (el combate al crimen) a un personaje que hoy está juzgado como narcotraficante, como delincuente? Lo que debería es pedir perdón, por lo menos”, dijo la presidenta.
Calderón no se ha quedado callado. En entrevista con Ciro Gómez Leyva en Radio Fórmula defendió su estrategia de seguridad y confesó que le duele mucho lo que ha pasado.
“El problema medular de México es la inseguridad de los ciudadanos que, a mi juicio, se ha agravado”, dijo.
El ex presidente considera que más allá de matices, palabras, sigue en México un dilema fundamental para cualquier gobernante de cualquier nivel: enfrentas o abdicas ante los criminales.
“Yo decidí enfrentarlos. Era lo correcto”, dijo.
El ex mandatario insistió en que no sabía de la doble vida de García Luna que describió el juez Brian Cogan, al sentenciar el ex secretario de seguridad pública a 38 años de cárcel.
Dijo al respecto:
“Yo conocí una de las vidas, me hubiera gustado conocer la otra, pero la verdad es que estos señalamientos comenzaron a darse como evidencias verificables, por lo menos de testigos, hasta muy recientemente.
“Fue un sexenio muy duro. Se que he sido juzgado inmisericordemente durante 12 o 14 años o más, pero yo terminé de gobernar hace más de 12 años. Desde hace 12 años se dijo que la estrategia era mala y que la iban a cambiar.
“Efectivamente la cambiaron porque abandonaron muchas cosas de las que hicimos de información, de inteligencia, de construcción de instituciones. Se desapareció la secretaría de seguridad pública, la policía federal, se quitaron centros de investigación.
¿Y ahora qué?
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Eso de que con Claudia Sheinbaum llegaron todas es demagogia pura. ¿Las juezas llegaron? ¿Norma Piña llegó?
Ayer mismo la presidenta criticó al Consejo de la Judicatura por tener en su plantilla a María Fernanda Casanueva de Diego, quien fuera directora general del secretariado ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad con Genaro García Luna.
“Nada más para que vean algunos colaboradores de la actual administración del Poder Judicial”, dijo en la mañanera del pueblo.
¿Le sabe algo a Casanueva? ¿Cometió alguna irregularidad? ¿Haber trabajado con García Luna es un delito? La sola mención en la mañanera la manchó.
¿Llegaron todas?
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En la figura del presidente de la mesa directiva se expresa la unidad del Senado. Es lo que dice dice el artículo 67 numeral 1 de la Ley Orgánica del Congreso.
En su desempeño, agrega el artículo citado, debe hacer prevalecer el interés general de la Cámara por encima de los intereses particulares o de grupo.
Gerardo Fernández Noroña es el presidente de la mesa directiva del Senado. Representa la unidad de esa Cámara. Lo sabe, pero no lo aplica.
Su desempeño es el de vocero del oficialismo y, a veces, el de un porro. A menudo entra en debates con senadores de la oposición, con el aplauso del oficialismo.
Esa parcialidad quedó de manifiesto ayer cuando se puso a debatir, en sesión solemne convocada para conmemorar los 71 años del derecho de las mujeres a votar y ser votadas, con la diputada del PAN, Laura Esquivel.
La legisladora dijo que en este día de las sufragistas “hay mucho que conmemorar, nada que celebrar porque no llegamos todas. Nos faltan muchas.”
La intervención no le gustó a Noroña, quien tomó la palabra para cuestionar las palabras de la senadora del azul, en plena conmemoración.
Esquivel explicó después, en rueda de prensa, que entiende que sus palabras le duelan a Noroña. “A ellos no les gusta escuchar verdades”, puntualizó.
El ambiente se calentó al grado que la fracción parlamentaria del PAN hizo un “ enérgico extrañamiento ” ante la Junta de Coordinación Política, órgano de gobierno en el Senado, por “partidizar” la mesa directiva.
FIN.