Raúl Flores Martínez.
La reciente colocación de una manta en Zacatecas por parte del Cártel de Jalisco Nueva Generación en la que acusa a “El Mayito” Flaco y sus aliados Grupo Flechas de extorsionadores y secuestradores, ha desatado una nueva ola de especulaciones y análisis sobre las dinámicas del narcotráfico en México.
Esta manta no es solo un mensaje aislado, sino parte de una estrategia más amplia que involucra una inesperada alianza entre el CJNG y “Los Chapitos”, los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán. El objetivo de esta colaboración: acabar con sus enemigos comunes, entre ellos “El Mayito Flaco” y los hermanos Cabrera Sarabia, quienes tienen fuerte presencia en Zacatecas y otros estados del país.
Se habla de una reunión que vendió esta alianza, tuvo lugar en el rancho de Pachecos, Nayarit, un lugar clave para las negociaciones entre dos de los cárteles más poderosos de México.
De acuerdo con la Información Filtrada el acuerdo, emisarios de Audías Flores Silva, alias “El Jardinero”, uno de los principales líderes del CJNG, se reunió con un representante de “Los Chapitos” para establecer los términos de colaboración.
El CJNG se comprometió a brindar hombres, dinero, armas y contactos a cambio del apoyo de “Los Chapitos” en sus operaciones, de esta manera, ambos grupos buscan fortalecerse mutuamente en sus respectivas áreas de influencia.
El CJNG tiene como objetivo principal sacar a los Zambada, el grupo liderado por Ismael “El Mayo” Zambada, de estados clave como Zacatecas, Nayarit y Chiapas, mientras que “Los Chapitos” buscan afianzar su control en Sinaloa, Durango, Sonora y Chihuahua.
Esta alianza tiene una característica singular: no solo están compartiendo recursos, sino que también están uniendo fuerzas en los territorios donde el control de la droga es más disputado.
Es por ello, que el conflicto entre estas organizaciones criminales se ha intensificado en las últimas semanas, en gran parte debido a una serie de narcomantas que han aparecido en diferentes ciudades del país.
Lo más sorprendente de esta nueva fase del conflicto es el nivel de confianza que se ha generado entre dos grupos históricamente rivales. El pacto entre el CJNG y “Los Chapitos” marca un cambio en el panorama del narcotráfico en México.
Esta alianza podría inclinar la balanza en varias regiones clave, generando una escalada de violencia en los territorios donde ambos cárteles tienen intereses comunes. La guerra por el control del narcotráfico no solo se libra en los enfrentamientos armados, sino también en las alianzas y traiciones que se gestan en las sombras.