México.- La reciente designación de Adrián Olvera Alvarado como Coordinador de Asesores de la Dirección General de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha desatado una ola de críticas y denuncias. Pese a estar envuelto en acusaciones de acoso sexual y laboral, así como de prácticas de nepotismo, Olvera ha sido promovido a uno de los puestos clave bajo la dirección de Emilia Esther Calleja Alor, la nueva titular de la CFE. Esta decisión ha generado indignación tanto dentro como fuera de la empresa.
Las imputaciones contra Olvera no son recientes. Desde 2020, diversos colectivos y trabajadores de la CFE lo han señalado por abusos que van desde acoso hacia sus subordinadas hasta un comportamiento violento. A estos señalamientos se suman nuevas acusaciones que apuntan a la organización de fiestas sexuales donde se involucraba a menores de edad y estudiantes, prometiéndoles empleo a cambio de favores sexuales. El colectivo feminista Ola Azul ha encabezado las protestas contra su designación, exigiendo una respuesta clara de las autoridades y el retiro inmediato del funcionario.
Pese a las múltiples quejas formales presentadas ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y la Función Pública, así como dentro de la propia CFE, ninguna de estas ha sido atendida. Aún más, Emilia Esther Calleja habría ignorado la gravedad de las denuncias, reforzando una red de servidores públicos cercana a Olvera, que incluye a Ricardo Cerritos Jasso, esposo de la directora de la CFE, quien fue colocado en un puesto clave sin contar con la experiencia requerida.
Esta situación pone en una posición incómoda al gobierno de Claudia Sheinbaum, ya que mantener a Olvera en el cargo contradice su promesa de proteger a las mujeres y erradicar la violencia de género en las instituciones públicas. Diversas fuentes internas aseguran que Calleja ha manifestado su respaldo personal a Olvera, alimentando la percepción de que el funcionario cuenta con protección ante cualquier investigación.
Las acusaciones en torno a Olvera, así como las protestas en su contra, no solo representan un reto para la CFE, sino también para la administración federal, que ha sido criticada por su falta de acción frente a denuncias de este tipo.
Redacción
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