Francisco Garfias.
Lo ocurrido ayer en el Senado es algo que hubiera sido imposible durante el régimen de AMLO y sin la anuencia de Claudia Sheinbaum: el acuerdo de sostener un “diálogo permanente” entre el oficialismo y la SCJN para buscar una salida al conflicto provocado por la Reforma Judicial.
Norma Piña, presidenta de la SCJN, y su más ácido detractor, Gerardo Fernández Noroña, presidente de la mesa directiva del Senado, acordaron mantener la comunicación, “aún en las condiciones más difíciles.”
La ministra y el legislador se reunieron alrededor de 30 minutos en el marco de la conmemoración de los 200 años de la instauración del Senado. Al término del evento, Noroña hizo sorprendentes declaraciones sobre su encuentro con Piña.
Dijo: “me parece un mensaje muy poderoso que (la ministra Piña) nos haya acompañado en la celebración de los 200 años de la instauración de la Cámara de Senadores.
“De aquí en adelante todo lo que podamos construir me parece que es muy positivo. Hay disposición nuestra y del Poder Judicial”, aseguró.
Y en una actitud de humildad que no le conocíamos, Noroña reconoció que cometió un error al pedir a la ministra información de jueces y magistrados para elaborar la convocatoria a la elección por voto popular de los nuevos juzgadores.
En ese “diálogo permanente” participan la Secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez; el coordinador de la bancada de Morena en el Senado, Adán Augusto López Hernández, y el propio Noroña.
A la reforma se le pueden hacer ajustes que la hagan más digerible a sus detractores, pero lo que es irreversible es la elección de jueces magistrados y ministros.
“La reforma va” independientemente de lo que resuelva la Corte, aseguró ayer la presidenta de la república en su mañanera del pueblo.
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Fue presentada la Estrategia Nacional de Seguridad del gobierno de Sheinbaum. El encargado de hacerlo fue Omar García Harfuch, secretario de Seguridad Pública.
El enfoque está sostenido en 4 ejes principales: la atención a las causas, el robustecimiento de la Guardia Nacional, el fortalecimiento de la inteligencia y la investigación, y la consolidación del Gabinete de Seguridad, en coordinación con las entidades federativas.
Tres son los objetivos principales para la construcción de una paz duradera: la disminución de la incidencia delictiva, principalmente de los homicidios dolosos y la extorsión.
Pero también la neutralización de generadores de violencia, con atención a zonas criminales; y el fortalecimiento de las capacidades de prevención y proximidad social de las policías locales.
Harfuch dice que “es falso” que el apoyo a la Guardia Nacional sea un reflejo de la militarización del país, y resaltó el papel que esta tiene en el combate a la delincuencia.
“Hay cientos de comunidades de nuestro país que lo único que tienen el día de hoy es al Ejército y a la Marina para ir en su auxilio y ayuda de la población. Hay familias que no tienen acceso a policías municipales confiables o a policías estatales totalmente fortalecidas”, subrayó, no sin razón.
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Le preguntamos a Marko Cortés, jefe nacional del PAN, su opinión sobre la anunciada Estrategia y la resistencia del gobierno a tipificar como terrorismo las atrocidades del narco.
Dijo:
“Lo que hoy anuncia la presidenta Claudia Sheinbaum para mí es más de lo mismo. Sólo pudieron decir de que tendríamos una área de inteligencia; ¿pero cuál es la estrategia para combatir la inseguridad y la violencia?
“Nosotros, en Acción Nacional, hemos planteado que se tipifique el narcoterrorismo en México para lograr que haya una efectiva colaboración trasnacional y se pueda combatir con efectividad a los grupos del crimen organizado.
“¿Qué más terror que lo que acaba de ocurrir en Chilpancingo, donde asesinan al presidente municipal y exponen su cabeza en la parte superior de un vehículo? Ahí lo que el crimen organizado está diciéndole a la gente y al gobierno es aquí mando yo.
“Qué más terror que estén quemando vehículos en diferentes regiones del país, carreteras; ¿Qué más terror que manden mensajes a la gente extorsionando? Eso es narcoterrorismo.
“Y la pregunta es ¿Por qué el régimen no quiere tipificarlo como narcoterrorismo? ¿Acaso tienen alguna complicidad, algún acuerdo?
“De no ser así y realmente quisiéramos combatir el crimen de fondo con todos los instrumentos y la colaboración internacional que esto significa, habría que hacerlo de manera inmediata y entonces sí entraríamos en un nuevo momento en donde aquí el que la hace la paga y los criminales sabrían que ahora sí, no pueden andar tan campantes con desfiles.”
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Juan Ramón de la Fuente es uno de los miembros más destacados en el gabinete de Sheinbaum. Su ratificación en comisiones del Senado como secretario de Relaciones Exteriores avanzó ayer en comisiones. Es una buena noticia. No sólo es un hombre preparado y con trayectoria, sino que está lejos del fundamentalismo de los duros de Morena.
FIN.
