Héctor Saúl Téllez*.
El país enfrenta una de sus más grandes crisis en materia de seguridad. Todo es un desastre; sin embargo, la prioridad de la Presidenta es continuar la confrontación que inició su antecesor con el Poder Judicial.
La venganza contra un Poder que no se dejó doblegar por el Ejecutivo y que es el último reducto del contrapeso de los Poderes de la Unión, es la prioridad del nuevo gobierno, su partido y aliados en el Legislativo.
Mientras tanto, la grave crisis en materia de inseguridad fue evidenciada por un error involuntario del secretario Omar García Harfuch en la mañanera de este martes. Las cifras que mostró en materia de homicidios por cada 100 mil habitantes revelan que Colima, Baja California, Zacatecas, Chihuahua y Morelos son alarmantes.
La ejecución del alcalde de Chilpancingo por parte del crimen organizado fue un acto terrorista, la forma de exhibir la atrocidad es un desafío, un reto a las autoridades. La noticia no mereció la atención de la Presidenta, su partido y aliados. Muy lamentable.
De Sinaloa, mejor ni hablamos, a más de ocho días de haber asumido el Poder Ejecutivo, el secretario de Seguridad Ciudadana después de ocho días de asumir su cargo visitó apenas esa entidad, cuyos habitantes están sumidos en el terror por la violencia sin precedentes que se registra en ese territorio.
Sin embargo, insisto, la prioridad de la nueva administración federal es seguir confrontando al Poder Judicial. La gran interrogante es: ¿En caso de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación determine que la reforma al Poder Judicial es inconstitucional, el gobierno su partido y aliados reconocerán la resolución?
De no hacerlo el país entrará en una grave crisis Constitucional. Hago votos porque el entuerto creado por el capricho del ex presidente se resuelva de la mejor manera para que a México le vaya mejor.
*Diputado Federal (PAN), LXVI Legislatura