México.- La diputada Noemí Luna Ayala, coordinadora del Grupo Parlamentario del PAN, informó que enviaron una carta al embajador de España en México, Juan Duarte Cuadrado, para deslindar al pueblo de México de la omisión de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, de invitar al rey de España, Felipe VI, a su toma de protesta.
En declaraciones a representantes de medios de comunicación detalló que acudieron este miércoles a la Embajada de España “a presentar una carta donde expresamos que, a nuestro criterio, su Majestad es bienvenido por una razón: porque estamos orgullosos de nuestras raíces.
“México y España comparten una sólida relación de amistad con importantes vínculos económicos, turísticos y culturales. Nos apartamos tajantemente de cualquier intención de ofender e intervenir en un país democrático y soberano.
“La raíz de nuestra cultura mexicana tiene un eje fundamental -como dice nuestra Constitución- en su composición pluricultural, sustentada originalmente en sus pueblos indígenas; pero, no somos un pueblo unicultural ni tenemos exclusivamente un pasado”, señaló la coordinadora.
Resaltó que la próxima presidenta de la República tomará protesta en el Congreso de la Unión, donde se representa la pluralidad de un país multicultural, “somos un país abierto al mundo”.
Luna Ayala dijo que coinciden con Sheinbaum Pardo en que México y España han sostenido décadas de amistad y de buenas relaciones.
“Las y los mexicanos somos una identidad indivisible, una cultura abierta al mundo con un motor vital animado por nuestros pueblos ancestrales y por la herencia de libertad, justicia y razón que reconocemos de la Ilustración europea y de la cultura grecorromana. Por eso, el criterio que orienta a nuestra educación pública es intercultural, al promover la conciencia armónica entre personas y comunidades, para el respeto y reconocimiento de sus diferencias y derechos, en un marco de inclusión social como estipula nuestra ley fundamental”, abundó.
Aseguró que las y los diputados del PAN respetan la libre autodeterminación votada por el pueblo español en 1978, de constituirse en un Estado social y democrático de derecho, cuya forma política es la monarquía parlamentaria, y donde el jefe de Estado es el rey de España, símbolo de su unidad, y tiene conferida la más alta representación del Estado español en las relaciones internacionales.
Los múltiples vínculos de la República mexicana y el Reino de España, recalcó, “son más que esta escaramuza anecdótica que pronto se debe olvidar. México debe abrazar a todos los pueblos del mundo y respetar el derecho ajeno a gobernarse para lograr la paz como alguna vez pregonó Benito Juárez”.
Con información de la Cámara de Diputados