Por. Rubén Cortés
Pese a que este gobierno, que acaba en una semana, acumuló una deuda 17 billones de pesos en programas sociales, más de tres millones de mexicanos cruzaron, o fueron detenidos, en Estados Unidos huyendo del fracaso de la política económica y de seguridad del aún presidente.
El endeudamiento que le deja el presidente a la presidenta es descomunal: desde 1970 a 2018, Echeverría, López Portillo, De la Madrid, Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña acumularon, entre todos, una deuda de 10.5 billones: en 48 años. Pero este, en seis años, acumuló 17 billones de pesos.
Es un dato de la Información de Finanzas y Deuda Pública de la Secretaría de Hacienda. Sin embargo, esa bestialidad de dinero no impidió que, en este gobierno intentaran irse o se fueran más mexicanos en la historia. Nadie se va de donde vive bien. O alguien se clavó la lana y, a éstos, no les tocó.
Es curioso, porque hasta la llegada de este gobierno, en 2018, eran más los migrantes mexicanos que regresaban, que los que se iban. Durante el gobierno de Calderón, New York Times publicó que la migración ilegal mexicana se había reducido a un mínimo.
“Nadie quiere escuchar esto, pero el flujo de migrantes ilegales mexicanos ya se ha detenido. Por primera vez en 60 años, el tráfico neto de migrantes ilegales se ha reducido a cero y es probable que un poco a números negativos”, escribió el periodista Damien Cave el 6 de julio de 2011.
Por ejemplo, en 2007 había 8.2 millones de mexicanos sin papeles y, una década después, la cifra bajó a 6.2 millones, ya que se fueron de los Estados Unidos más de los que llegaron, según un informe del Pew Research Center, elaborado por Jeffrey S. Passel y D’Vera Cohn.
Los datos del INEGI aquí son similares: En 2005 regresaron 230 mil migrantes, y en 2010 retornaron 980 mil. En cambio, con la llegada al poder de la 4T se volvieron a ir o intentar en masa: más de tres millones, de 2018 a 2024. ¿Qué raro? Se van más cuando más les regalan dinero aquí.
De hecho, lo que hace la gran mayoría es pagar el viaje a los polleros con el dinero de los programas sociales que les da aquí el gobierno. No se quedan ni aun con las becas, que ascienden a 11 mil pesos bimestrales por familia según el INEGI.
Así es: porque de los estados de donde más se van a buscar mejor vida en Estados Unidos, es de los estados donde más dinero reciben de los programas sociales. La mayoría de los deportados es de Chiapas (11.5 por ciento), Oaxaca (11) y Guerrero (10.7).
Ni, aunque les paguen.